•°Sopa De Esporas | Luzurex°•

¿Gust-migos? ; Capitulo 8

Ambientado en un apocalipsis zombie.

-N. O.-

El bosque era realmente agradable cuando te detenías a observarlo. Aunque fuera peligroso, tenía cierta belleza, como ese chico pelirrojo de ojos azules.

James... Aquel nombre no salía de la cabeza del castaño, sentía haberlo escuchado en algún lado, haberlo escuchado muchas veces hasta el cansancio, pero... ¿Dónde?

Su mente no dejaba de buscar el nombre "James" en sus recuerdos mientras caminaba solitario por el bosque. El tema ya lo tenía algo harto, pero era mejor eso que pensar en su pelea con Vegetta, simplemente quería distraerse de ese tema.

Guardó sus manos en sus bolsillos al sentir una fuerte brisa congelada, el clima estaba muy bipolar por el cambio de estación y lo odiaba, ¿acaso no podía quedarse en un sólo estado y ya?, no, tenía que ser un cambiante indeciso siempre. Joder...

Mientras caminaba mirando el cielo, escuchó como el sonido de sus pisadas cambió de un crujir de hojas de otoño, a un crujir de cristales rotos. Miró el suelo y notó unas piedras coloridas, parecían un arco iris.

Se agachó tomando una de color azul, notándola lisa al tacto, ¿era algo así como una piedra preciosa o un cristal?. No tenía idea, pero la guardó en un bolsillo de su suéter y tomó otras tres; una azul oscuro, otra naranja y una verde como el color favorito de Willy, probablemente le daría esa a él.

Ay su querido Willy, ¿qué era lo que realmente pasaría entre ambos?. Su decisión apresurada era algo insensata ahora que lo pensaba.

¿Él dispuesto y seguro de que llegaría a ser solo amigo de Guillermo?, ¿él?, ¿era un chiste verdad?. Luzu no dejaba de fantasear un futuro con Willy de manera inconsciente todo el jodido tiempo, y obviamente nunca podría dejar aquel mal-buen-extraño hábito.

Soltó un suspiro cansino al estar repitiendo un proceso de análisis por el que ya había pasado varías veces. Siempre era igual, intentaba alejar a Willy, y aquello le frustraba demasiado. Al final siempre ocultaba su sentimientos para seguir siendo amigo de Willy, y probablemente lo que haría apenas este estuviera de nuevo en frente suya sería: 1) evitar el tema hasta no poder más para decir que fue una confusión o una broma, o 2) no evitarlo y decir lo mismo pero antes.

Se sentó en una roca cercana a un árbol que le brindaba sombra. La maldita brisa helada no encajaba para nada con el sol potente que había, pero eso no le detenía al señor clima para hacer una de sus obras extrañas. Había decidido irse caminando sólo por el bosque para despejarse, y lo único que estaba logrando era que hasta el clima le fastidiara la cabeza.

De pronto un recuerdo sobre Willy le llegó en mente.

Cuando estaban en la enfermería del pueblo, después de charlar con Nieves, él no había podido contestarle a Willy nada respecto al casi beso que tuvieron en el hospital. No respondió y evadió el tema, y Willy se fue, seguro estaba enojado con él por ello... De todas maneras no fue del todo su culpa el que no respondiera, después de todo estaba nervioso y su mente en blanco.

Pero aún así eso no cambiaba el hecho de que Willy se fue de su lado después de ignorar sus preguntas.

Se dio una leve cachetada en la cara por haber actuado de esa forma, fue estúpido, prácticamente todo lo que hizo fue estúpido. Se dio un momento de silencio para pedir perdón por su estupidez, y cuando iba a retomar sus pensamientos sintió una mano en su hombro causándole el sobresalto de su vida.

- ¡P-puta mierda de vaca! - exclamó ya en el suelo, y cuando elevó su vista para observar al ser vivo que había interrumpido su ensimismamiento, supo que el dicho que se acababa de inventar, "Si piensas mucho en una persona invocas su presencia", era real.