Perdidos ; Capítulo 12

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Ambientado en un apocalipsis zombie...

-N. O.-

Pasaron minutos eternos andando y tratando de encontrar la habitación del zorro, pero no se habían dado cuenta de que Willy había caminado tanto que ni siquiera sabían en dónde estaban.

El lugar era un laberinto lleno de puertas iguales, gente que corría apurada y que ni siquiera se detenía a ayudarlos.

Así que, al verse perdidos y demasiado cansados, decidieron tomar prestada una habitación para dormir esperando que no le perteneciera a nadie.

Dormirían esa noche (o más bien dicho esa mañana porque ya había salido el sol) en una habitación pequeña de una sola cama. Y aquello último le resultaba un gran problema a cierto castaño.

¿Dormiría junto a Guillermo?, no le ponía nervioso porque no es como si nunca lo hubiera hecho, pero...

Vale, sí le ponía nervioso.

— No hay ropa en el armario, lo que es bueno y malo. — habló Willy con cansancio haciendo que Luzu se girara hacia él, ya que antes estaba observando a través de la ventana. — Es bueno porque significa que este cuarto no le pertenece a nadie. Y malo porque tendremos que dormir con esta misma ropa.

— Que mal. — respondió el menor con el mismo tono agotado y se volteó a ver el cielo rosa del amanecer nuevamente, realmente estaba agradeciendo a los cincuenta y cinco Dioses existentes por no tener que cambiarse de ropa frente a Guillermo.

Su corazón latía rápidamente. Intentaba relajarse observando el bello cielo del amanecer, intentaba no pensar demasiado porque sabía que eso lo haría sentir más nervioso y él mismo terminaría haciendo una tontería.

«Besé a Willy, me correspondió y me dijo que me quería hace unas horas. No puedo arruinarlo todo por un ataque de nervios» pensó y respiró profundamente, debía tratar todo el asunto como si nada.

Viendo el bosque fuera de las altas paredes de la muralla, el menor relajó su respiración mientras sostenía su pecho buscando también tranquilizar su corazón acelerado. Se dejaba llevar por el intenso frío de la mañana, un frío intenso y congelado para sus mejillas acaloradas.

— A dormir. — mandó el mayor sacándolo de su ensimismamiento para después agarrarlo de la muñeca y arrastrarlo a la cama tirándolo a ella.

El albino ignoró al menor y cerró las ventanas y cortinas pues comenzaba a hacer bastante frío, al hacerlo la habitación quedó en una oscuridad casi absoluta. El menor sintió un peso extra al lado suyo sobre la cama, y aunque no podía ver, sabía que Willy se había acostado a su lado.

Sintió los nervios inundar su pecho en el que su corazón latía fuertemente. Suspiró poniendo una mano sobre este y se acostó, debía tratar todo el asunto como si nada...

Aún con la mano en el mismo sitio observó al mayor a su lado, la luz filtrada bajo la puerta del cuarto le dejaba ver a medias su cara. Todo era tan pacífico pero irónicamente no podía evitar sentir una tempestuosa tormenta dentro de sí.

— ¿Todo bien? — preguntó Guille en un tono sumamente bajo que no rompió la atmósfera tranquila, pero aún así Luzu debido a su nerviosismo lo sintió como un fuerte sonido que estalló todo causándole un sobresalto.

Todo se mantenía en su estado normal, pero sentía que una tormenta de emociones no le dejaba notar eso.

— Ehm, s-sí... — respondió el menor hablando más alto a comparación del albino.

— No suenas muy seguro de eso — susurró riendo bajito.

Luzu sintió como el albino se acomodaba de costado para poder hablar frente a frente con él, no podía verlo pero aún así sentía su mirada. Suspiró profundamente y decidió ser sincero, ya no tenía que ocultar lo que sentía por Willy, sería una tontería.

•°Sopa De Esporas | Luzurex°• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora