•°Sopa De Esporas | Luzurex°•

Disparos ; Capitulo 3

Ambientado en un apocalipsis zombie.

-N. O.-

Luzu se tiró en la cama de su pequeño amigo tapando sus ojos con sus manos y un gran sonrojo por lo que acababa de decir.

— ¡¿Que hiciste qué?! — Gritó efusivo Alex después de haber analizado la oración que había dicho su amigo.

— Lo... ¿Besaste? — dijo Rubius aún procesando la información a paso lento.

Luzu asintió aún tapando su cara con bochorno, se levantó de repente sentándose en la cama y llevando sus piernas a su pecho. El pequeño Alex acarició el tabique de su nariz algo estresado.

— Primero; destruyes mi orgullo diciendo que no soy el único que sabe que te gusta el chino y que este tonto — apuntó a Rubius quien seguía a una mosca con la mirada — lo supo antes que yo. — llevó su mano a su pecho ofendido — Y segundo... ¡¿Por qué coño no me dijiste el mismo día que lo besaste que lo habías hecho?!, ¿Hiciste algo malo no? — gritó alterado.

Luzu se encogió de hombros y jugó con su gorrito gris sobre su cabeza con una mueca.

— A eso iba... Yo... — hizo una pausa algo larga en donde tragó saliva — Salí corriendo de ahí. — cerró los ojos agachando la cabeza esperando lo que se venía.

Alex siguió con su sonrisa en su rostro, pero se notaba que era esa típica sonrisa falsa que ponen las novias toxicas, un tic nervioso apareció en su ojo y sin borrar su sonrisa forzada. Suspiro sonoramente, pasaron unos cinco segundos para después escucharse ese fuerte grito tan esperado de su parte:

— ¡¿POR QUÉ COÑO HICISTE ESA MIERDA?! — comenzó a saltar con furia, ¿Cómo un ser tan pequeño y lindo tenía tanto enojo dentro suyo?, Preguntas que no dejan dormir por las noches...

— ¡Ah!, Lo besaste, le comiste el morro entero — dijo por fin Rubius al poder pillar toda la información señalando a Luzu con una sonrisa que lo hacía ver más pendejo de lo que ya era.

Alex, para descargar un poco su ira, le dió un fuerte manotazo en la nuca a Rubius quien soltó un quejido.

— Ah cabrón, ¿Qué pasa? — acarició su nuca.

— “¿Qué pasa?”. — lo imitó con burla — Que el tontito al frente huyó del chino.

— Ah... Que estúpido fue eso Luzu — reprendió también Rubius.

— Al menos no soy tan estúpido como tú. — dijo Luzu con enojo — Si... Huí. — con aire cansado y triste se levantó y fue a la ventana de la habitación del más bajo que daba al bosque, se sentó en el marco de esta y miró los árboles otoñales.

— ¿Por qué? — preguntó el de ojos bicolor acercándose al castaño, tomó el hombro de este.

Luzu suspiró, no, no iba a llorar de nuevo, no se lo iba a permitir, anoche ya lo hizo demasiado.

— Él... Se disculpo... Cómo si hubiera sido un simple error. — apoyó la cabeza en la reja de la ventana — Tal vez lo fue...

El castaño sintió dos brazos rodeándolo, vió de reojo a Alex y le dió una sonrisa forzada que no logró hacer muy bien el papel de sonrisa.

— Ay Luzito... No te desanimes, seguro todo ha sido una confusión de tu parte — Rubius acarició el cabello castaño de su amigo en forma de consuelo.

Luzu apartó la mano de su compañero de su cabeza con una mirada fastidiada, solo Willy tenía derecho de mimarlo así.

— Lo peor es que hoy me toca patrullaje y Willy estará ahí en la reunión, ¿Qué se supone que debo decirle si me ve?.