Capítulo 26

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-¿Cómo lo encontraste?Le pregunté a Federick, mientras sanaba los golpes de Joss, ese labio... Dios mío, mañana tendrá de qué acordarse.

-Siempre voy a ese bar, en cuanto vi que era Joseph quien estaba en el piso pensé que debía llamarte, además el tipo pudo haberlo matado a golpes –Federick suspiró –Aunque Joseph en lo borracho que estaba alcanzó a darle un par de golpes también.

-No puedo creer que sea tan tonto –dije.

-ni tan tonto, me sorprendió que se haya levantado del piso y le haya dado una paliza a ese tipo, además por este tonto –enfatizó la palabra "tonto" -has salido corriendo de la casa de tu madre a esta hora.

Luego de la discusión que tuvimos fuera del bar lo menos que quería era estar aquí en el departamento, ya que es obvio que él podía venir y no quería verlo.

Estaba en casa de mis padres, llegué con la excusa de querer pasar la noche allí, me la pasé en el dormitorio con una actitud de la mierda, estuve pensando y por qué no admitirlo, comiendo helado y viendo una película romántica.

No puedo creer que Joss no pueda apartarse de esa tipa de una vez por todas.

¿Qué tan difícil es mandarla a la mierda?

Joss había dejado mensajes de voz, pero me negué a hablarle. En cuanto Federick me llamó y me dijo lo que pasaba y que lo llevaría a mi departamento no me quedó de otra que ir. Además que no puedo dejarlo así.

Aunque se lo merecía.

-Estoy tan enojada, lo juro, sé que vamos a tener que hablar pero dudo hacerlo sin antes caerle a golpes por ser tan idiota –Confesé.

Federick sonrió.

-¿qué tal si lo amarramos a una silla, le tapamos la boca y le das todos los golpes que quieras? –Me propuso.

-estás bien loco Fed... –es inevitable no reír con este hombre.

-Creo que estará bien, solo debe descansar –me dijo.

Federick se acercó a Joss y tomó su brazo para llevarlo a mi dormitorio.

-¿Que rayos crees que haces? –Le pregunté.

-Intento bailar con él –Me dijo. Lo sé, es un estúpido –Debo ayudarte a llevarlo a la cama, no creo que puedas sola.

-¿Y por qué a mi cama? volví a preguntar.

-No querrás que lo deje en la bañera o ¿sí?

-No es mala idea –Le dije –Espera, te ayudo.

Me acerqué a Joss y tomé su otro brazo para llevármelo al hombro mientras él decía cosas que ni siquiera podía entender.

-¿En serio lo dejarás aquí en la bañera? –Me preguntó Federick con el rostro horrorizado.

Reí.

No seas estúpido! Intentaré despertarlo con agua -Le respondí.

-Le darás un baño –Me dijo riendo –Si das estos servicios por borracheras prometo venir a tu departamento muy ebrio –levantó su mano derecha en señal de juramento.

-¿Quieres callarte? –le respondí, mientras intentaba no reírme –En serio Fed, gracias por traerlo.

-No es nada, sobre la mesa están las llaves de su auto.

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