Capítulo 38

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Fueron días maravillosos... fue lo que pensé mientras revisaba las fotos de nuestra luna de miel, en realidad ha sido el mejor viaje que he hecho, en muchos de los casos se me hace imposible expresarme en cuanto a mis sentimientos hacia Joss, ya que es tanto lo que siento que ni palabras encuentro para lograrlo.

Lo amo y estoy agradecida por cada mañana a su lado.

Voltee hacia mi derecha y lo observé por unos segundos, llevé mi mano hasta su mejilla y acaricié su cálida piel, hizo un pequeño movimiento y sonreí,  debía despertar para ir a la empresa.

Pensé en lo perezoso que es para despertar y pensé en la forma más natural y tierna de despertarlo.

-¡Joss! -Grité de forma alarmante, alargando las últimas letras.

Mierda!  -Gritó en desespero y observó todo rápidamente y me miró.

No pude evitar soltarme en risa, su rostro realmente era gracioso.

-Podrías matarme... -Dijo con el ceño fruncido.

-Deberías poner una alarma -Traté de poner la mirada más dulce del mundo.

-Charl... debes entender que a tu esposo se lo despierta con besos y caricias... -Sonrió dulce.

-Lo siento... -devolví la sonrisa,  me lancé sobre sus brazos para ser recibida con un beso, pero de inmediato se incorporó y me tomó sus hombros de manera que veía todo de cabezas.

Se empezó a dirigir hacia el baño y me daba palmaditas en el trasero.

-Vamos a enseñarle que a su esposo no se lo despierta de esa forma... -no lo podía ver pero sentía esa sonrisa de él.

-¿Que harás? -Reí.  -¡Bájame ya! -Simulé seriedad.

Abrió la puerta y me dejó en la ducha.

-Perfecto... vas a bañarme  -Lo miré con supuesta seriedad.

-No... vas a despertarte de verdad -Con un ágil movimiento logró que el agua empiece a empaparme y no era cualquier agua... no, el agua estaba muy fría,  demasiado fría es realmente poco.

Empecé a dar saltitos y a desesperarme por el frío, intenté salir pero él me lo impedía, no sé de donde saqué la fuerza necesaria para traerlo hasta mí, se quejó por el agua fría y se hecho a reír.

No creí que estaba tan fría!  Joder... -Me miró como arrepentido al darse cuenta de lo fría que estaba.

-Deberías aprender como tratar a tu esposa -Me acerqué hasta sus labios y vi como cerraba sus ojos, sus labios se separaron para encontrarse con los míos y justo ahí me separé y salí.

-Amor... podemos hacer que esto se ponga caliente.  -Me guiñó un ojo.

-Tienes razón.  -Sonreí.

Cambié la temperatura del agua y esta vez empezaba a estar más tibia.

-Disfrútala -Le devolví el guiño.

-¡Oh, vamos Charl! -Se quejó y salí empapada del baño, hacia el otro baño de la casa para tomar una ducha sola, no me bañaría con él después de su bromita.

Mientras la espuma se esparcía por mi piel, reí al recordar su invitación tan indirecta para quedarnos en la ducha y luego su quejido porque me fui y lo dejé allí sin mas.

Escuché el abrir de la puerta, no le presté atención, dejé que el agua humedeciera mi rostro y entonces su voz...

-No me iré de aquí hasta que compartas tu ducha conmigo -Sonó seguro de si.

-Llegaremos tarde -Respondí.

-Tenemos una buena excusa -Sonrió de lado y se acercó a mí,  su boca invadió la mía y fue entonces cuando ya no solo tomaríamos una ducha, íbamos a tomarnos el uno al otro...

* * * * * * 

-Siento que este viaje traerá bastantes cambios en nuestras vidas -Me decía mamá mientras bebía un poco más de su café.

-Es un buen negocio, empezar a tener sucursales a nivel internacional, teniendo a Joss a la cabeza de todo este asunto en cuanto a publicidad y mercadeo, será quizás más fácil  -Sonreí.  -Todos sabemos que siempre obtiene lo que se propone.

-Eso se nota a leguas querida -Me guiñó un ojo y reímos. 

Resulta que Joss viajará dentro de una semana a Brasil, la empresa ha decidido invertir en otros locales, hubo una propuesta muy buena en Brasil, hay modelos hermosas  y el lugar donde se situará será bastante favorable.

Estos últimos días todos hemos estado muy ocupados, Mel trabaja para More Style y asistirá también al viaje, es decir que Mel, Joss y otros encargados más están ya casi listos para este viaje de negocios. Por mi parte, debo permanecer aquí puesto que no puedo ausentarme más en la empresa, hace un mes que Joss y yo nos casamos, ahora todo es diferente, tener una vida juntos y compartirla es simplemente perfecto.

-Nos vemos mañana, madre, debo irme, recuerda que tengo responsabilidad de hogar ahora. -Reí.

-Toda una señora  -Nos despedimos.

De regreso a casa iba recordando lo inoportuna que ha sido Clara estas dos últimas semanas,  la semana pasada se apareció fuera de mi casa tratando de entablar una conversación conmigo, la vi muy serena y no me negué.

Fue directo al grano y me pidió perdón por todas las molestias que ha ocasionado varias veces. Acepté su arrepentimiento pero no le di mas importancia. Debía asistir a una reunión de la empresa y en realidad eso me era más importante.

-¿Hola? -Dije mientras conducía. Tenía en altavoz el celular.

-Hola hermosa, ¿vas camino a casa? -Era él... mi esposo.

-Si amor, acabo de verme con mi madre y bueno, ya voy para la casa, ¿Dónde estás? -Le pregunté.

-Esperándote, Charlotte.  -Sonó tan obvio y en ese momento detuve el auto.

-Amor en serio lo siento, de inmediato voy para allá,  créeme que se me pasó -Reí.

-Esta bien, de todos modos no es una excusa para el divorcio -Rió.

Eso no fue gracioso.

-¿Te adelantas? digo, así cuando llegue vamos a comer -Propuse.

Joss quería comprar las maletas para el viaje, pues las que tenía ya necesitaban un cambio.  Había olvidado por completo que habíamos quedado en vernos en el centro comercial,  camino a su encuentro pensé en la paciencia que este hombre tiene hacia mí, es mucha para ser sincera.

Al cabo de unos cuantos minutos llegué.

-Te ves bien. -Le di una palmadita en el hombro.

-Es costumbre tuya llegar tarde, no lo disimules mujer.

-Es parte de estar enamorado... -Dije.

-¿Llegar tarde? -Preguntó.

-Esperar  -Le guiñé un ojo.

-Descaro en su máxima expresión...  -Puso esa cara de sorprendido que tanta risa me da.

-Deja el drama Parker, ¿ni un beso le das a tu puntual esposa? -Me quejé.

-Porque no lo merece... -Lo miré fijo. -Aún...

Lo que quedó de la tarde la pasamos comprando una que otra cosa y fuimos a comer,  cuando llegamos a casa Joss empezó a empacar, a pesar de que debía irse dentro de una semana quería tener todo listo...



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