Capítulo 34

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El viaje de regreso fue entretenido, no voy a decir que mis vacaciones me trajeron cansada porque en realidad me siento con mucho ánimo. Una vez que esté en el departamento comenzaré a organizar todo para la mudanza.

Sí, Joss y yo decidimos mudarnos a aquella casa que un día me llevó, la cual había comprando sin ni siquiera saber que algún día ambos viviríamos en ella. Habíamos quedado que haríamos eso lo antes posible ya que el tema de la despedida de solteros no se hizo esperar. Mel se empeñó en hacerse cargo de todo, mientras que Federick y Tavo apoyarían a organizar la fiesta de Joss. Teníamos que empezar con los preparativos de la boda ya que sería en unas semanas.

No podía creer que iba a casarme, que iba a compartir el resto de mi vida con Joss, es tanta felicidad junta que simplemente a veces se me hacía imposible de creer.

-¿Asustada? -Me preguntó Kate.

Dejé a un lado el bolígrafo que tenía en mi boca mientras estaba inmersa en mis pensamientos.

-Preocupada -Respondí.

-Ni creas que vas echarte para atrás, ya elegí mi vestido -Me sonrió.

-Claro que no, es solo que esto del matrimonio me mantiene así... pensativa -Fui sincera.

Mamá prometió hacerse cargo de todo esto junto a mi suegra, ambas están más emocionadas que yo y no exagero.

-Tranquila, estoy segura que será perfecto -Me extendió una cajita envuelta en papel celofán.

-¿Y esto? -Sonreí.

-Un detalle para la mejor jefa -Rió -Espero te guste.

Abrí la cajita y ante mis ojos se encontraba un brazalete de plata.

-¡Kate, está hermoso! -Me encantó su regalo.

Me puse de pie y enseguida la abracé.

-Charl, eres una buena amiga y te mereces todo lo bueno del mundo, te admiro muchísimo y realmente espero que seas muy feliz -me decía y yo trataba de aguantar mis ganas de llorar.

¿Era normal ponerme a llorar por todo últimamente? 

-Debo dejar de llorar cada vez que me dicen palabras como estas por mi boda -Reímos.

Fue una mañana diferente, me sentía diferente, estaba ya en el departamento y las cajas alrededor de mí solo me llenaban de recuerdos. Entré al dormitorio y allí estaba él, me sonrió y me acerqué.

-Jamás imaginé que todo esto lo viviría algún día -Me dijo a medida que me tomaba de las manos.

-Joss, haremos todo lo necesario por ser felices, no quiero que exista una noche en la que nos acostemos enojados, siempre arreglaremos todo antes de dormir.

-eso no pasará, puedo soportarte así de histérica, así que eso para mí no será un problema. -Sonrió y lo abracé.

-Te amo -Susurré en su pecho.

-y yo a ti, cariño.

Joss decidió adelantarse con esto de la mudanza y bueno,  mientras el lo hacía, yo opté por guardar alguna que otra cosa en lo que quedaba de las cajas. El timbre sonó y creí que era él olvidándose de algo. Pero vaya trago amargo me llevé cuando a mi puerta se encontraba nada más y nada menos que Clara.

-¿Que quieres? -Dije con notable fastidio.

-Me enteré que vas a casarte -ella iba a seguir hablando pero no la dejé. 

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