11. What about me

439 67 25
                                    

— ¡Llegaron! — gritó A-Qing y dejó lo que estaba haciendo para salir a recibirlos a la puerta.

— ¡Niña! — gritó la señora — Deja de sobresaltarte así... — murmuró, pero ella también dejó de lado lo que estaba haciendo y siguió a la joven a un paso más moderado.

Xiao Xinchen bajó del coche primero y fue a abrir la puerta del copiloto. Cheng estaba hundido en sus pensamientos y no había dicho nada durante todo el camino. Ni siquiera se había dado cuenta de que acababan de llegar.

— A- Cheng — la voz de Xiao Xingchen era muy tranquila y amable. Extendió una mano al omega para ayudarlo a bajar. Cheng reaccionó y la tomó para descender del automóvil.

Asintió con la cabeza en señal de agradecimiento e intentó poner la mejor cara para que la señora no se diera cuenta de su estado de ánimo.

— ¡Hermanos! — gritó A-Qing corriendo hacia ellos.

Xiao Xingchen detuvo a la joven antes de que ésta pudiera lanzarse a Cheng — No seas imprudente — dijo dándole un golpecito en la cabeza — A-Cheng está cansado y necesita descansar — afirmó el alfa.

— ¡Pero...!

— ¿Cheng? — la señora ya estaba cerca de ellos, observando con un poco de preocupación el rostro del omega — ¿Qué sucedió? Estás pálido y...

— No se preocupe, enseguida lo revisaré y le daré algo para que pueda dormir una siesta — interrumpió de nuevo Xiao Xingchen y acompañó a Cheng hasta su habitación.

Ni la señora, ni la niña, mostraron disconformidad, pues ambas confiaban plenamente en Xiao Xingchen y sabían que, como doctor, siempre sabría lo que era mejor para Cheng.

— Gracias — dijo el omega cuando entraron finalmente a su habitación.

— ¿Es Lan Xichen? — preguntó Xiao Xingchen.

Cheng lo miró un poco sorprendido — ¿Cómo...?

Xiao Xingchen sonrió levemente — Recuerdo muy bien el efecto que tenía en ti cada vez que peleaban — afirmó — Pero lo que en realidad me preocupa es que lo contactaras.

— No lo hice — aclaró Cheng bajando la mirada — Yo solo quería saber cómo estaba Wei Wuxian y...

— Y él aprovechó la oportunidad — dijo el alfa terminando la oración.

Cheng asintió y no dijo nada más hasta que Xiao Xingchen terminó de tomarle la presión. — No es nada grave, pero tú sabes que tu lazo con él sigue teniendo efecto. Supongo que ahora que volvieron a tener contacto algo se alteró de nuevo.

— Estaré bien — afirmó Cheng, quien después de tantos meses no sabía qué sería peor, que Lan Xichen rompiera su lazo o seguir con la agonía del lazo debilitado — Por favor, tranquiliza a Madam Yu, ella solo vino por unos días y no quiero que se preocupe.

Xiao Xingchen asintió de nuevo con una sonrisa y tocó muy suavemente el brazo de Cheng a modo de darle ánimo — Descansa, yo me encargaré de todo.

Luego de que Xiao Xingchen saliera de la habitación, Cheng se recostó en su cama y hundió su cara en la almohada, ya que odiaba sentir cuando las lágrimas bañaban su cara. Durante todo el viaje había estado aguantando las ganas de gritar, pero ya no podía hacerlo más, así que si bien reprimió sus sollozos en su garganta, sus lágrimas los suplantaron. Escuchar la voz de SU alfa, pues a esas alturas ya no podía llamarlo de otra manera, había sido suficiente para terminar con toda su voluntad. Incluso si Lan Xichen lo había amenazado, Cheng no podía evitar aun sentir algo por él, aunque seguía diciéndose a sí mismo que toda esa mezcla de emociones se debía al lazo. Él no podía haberse enamorado del Lan Xichen, simplemente no podía, pues de hacerlo sería un auténtico idiota.

Fate's Red ThreadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora