5. Agreement

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— Volviste a equivocarte, lo sabes, ¿no?

Lan Xichen empezaba a arrepentirse de haber ido a ese lugar.

— No me mires así, sabes que tengo razón — dijo el otro hombre mientras sonría levemente.

— Bien, la tienes, ¿feliz? — respondió Lan Xichen.

— La verdad, no — respondió acercándose a su amigo mientras dejaba una lata de cerveza a su disposición, mientras él bebía de otra — Estás fuera de control, nunca te había visto así...

No era el primero que se lo decía, pero eso no remediaba nada. Al parecer cometía un error tras otro y no podía hacer nada para remediarlo a tiempo.

— Tal vez es mejor que vuelva a tomarlos — se dijo a sí mismo.

— No lo hagas. No quiero decirte que te lo dije, pero te lo dije cuando íbamos a la universidad — afirmó Song Lan — Debiste dejar de tomar esos supresores hace años, pero no, que va, esperaste a dejar de tomarlos justo en el momento en que se te cruza tu omega destinado en celo — finalizó intentando sonar sarcástico.

Lan Xichen lo miró de reojo con cara de pocos amigos y luego extendió la mano para tomar la lata de cerveza.

— ¿Cómo controlas el deseo? — preguntó después de tomar su primer sorbo.

— Es difícil, en especial si, como en tu caso, sientes el aroma de tu omega hasta el tuétano — explicó analizando la situación — ¿Es por eso que evitas estar cerca de él?

Lan Xichen asintió. Solo Song Lan sabía lo mucho que lo torturaba tener que estar lejos de Cheng, pero al mismo tiempo también lo torturaba estar cerca. Al estar lejos de él no podía alejarlo de sus pensamientos y estando cerca no podía evitar desearlo cada segundo. Cada parte de su cuerpo le exigía estar con Cheng y Lan Xichen creía que eso solo se debía a todos los años que había estado conteniendo su naturaleza de alfa con efectivos supresores. Ni siquiera se había animado a dejar de tomarlos durante su relación con Jin Guangyao, pues éste nunca le había exigido ninguna clase de intimidad, afirmando que era mejor que ambos esperaran hasta después de estar casados.

— Supongo que te irás acostumbrando, pero es mejor que te mantengas alejado de él por ahora, por el bien de ambos — continuó Song Lan — Dale su espacio y su tiempo para extrañarte. Los omegas que han sido marcados tienden a extrañar a su alfa y...

El sonido del móvil de Lan Xichen interrumpió su conversación.

— Xiao, ¿cómo les fue en el hospital? — preguntó Lan Xichen, pues esperaba que su asistente le comunicara todo — Voy para allá — dijo repentinamente poniéndose de pie.

Song Lan lo secundó — ¿Sucedió algo?

— Cheng escapó del hospital — fue todo lo que dijo antes de salir a toda prisa de la casa de Song Lan.

**********

Sus pies lo llevaron automáticamente a ese lugar, como si intentara aferrarse al último atisbo de cordura que le quedaba. Sin embargo, todo había cambiado, no solo en ese lugar que antes fuera tan familiar para él, sino también en la sensación que le producía estar ahí.

La tienda donde antes había funcionado la florería estaba vacía y se notaba que en el interior habían empezado labores de refacción para abrir otro negocio. No quedaba nada del lugar al que él había dedicado tantos años, no quedaba nada del trabajo que disfrutaba.

Pasando de largo, busco en el callejón contiguo las escaleras que llevaban a la pequeña habitación que antes había compartido con Wen Qing. No tardó en estar frente a otro espacio vacío. La habitación estaba totalmente desamoblada y no quedaba ni rastro de sus pertenencias o las de Wen Qing. De pronto sentía que todo lo que había vivido antes, nunca había ocurrido. Cheng, el florista, empezaba a ser un recuerdo lejano.

Fate's Red ThreadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora