Era una mañana tranquila, cómo todas las demás desde que conocí a aquella extraña chica. Los pájaros cantaban y las minas explotaban, como cada mañana en los alrededores de la casa de Vegetta. También se podían escuchar sus gritos a lo lejos, pronunciando cualquier nombre de algún pirata que hubiera pasado por aquel lugar.
—¡Hey!, ¿escuchaste los ruidos en la casa de triple 7 hace un rato?—Dijo el híbrido de oso, el cual se acercaba a mí.
—Como no, se escuchaban por todas las islas, fijo que los vendedores también se asustaron al oír aquello—Le respondí.
—De hecho, yo estaba comprando mientras vegetita gritaba mi nombre, y sí, se asustaron, fíjate si se asustaron que me metieron en la cárcel, estuve gritando como por diez minutos hasta que vino Herny y hizo entrar en razón a los vendedores para que me sacaran, menos mal— Dijo rubius— por cierto Alexby, parece que todo a vuelto a la normalidad, ¿no?, las últimas semanas vegetta estuvo un poco raro con el tema de las sirenas.
—Si, la verdad no sé que le pudo haber pasado allí abajo pero lo ha dejado un poco tocado— Dije.
—Sea lo que sea, espero que no vuelva a pasar, ya hablaré con vegetita para saber si puedo ayudarlo— me dijo rubius— Bueno yo ya me tengo que ir.
Unos minutos después de que se fuera rubius, me quedé viendo hacía aquella zona de mi casa en la que me encontré a la que ahora es y será mi mejor amiga, la rata boba que hace mis días más divertidos, y cómo todos los días, allí se encontraba ella esperándome, entre las rocas, con su sonrisa en la que me podría quedar embobado hasta el día del fin del mundo.
—¡Hola!— Me gritó ella— ¿Qué tal te va el día?
—Pues como siempre, pasa gente de aquí para allá, le hago algunos retoques a la casa, voy a hacer misiones, uf mucho lío, ¿y tú qué tal?— Dije.
—Yo igual que siempre, pero mis padres últimamente están un poco más sobre protectores de lo normal— Respondió la chica.
—Si...Desde lo que pasó el día que nos conocimos todo o casi todo el mundo anda más raro de lo normal— Hablamos por un tiempo— Todos los piratas tienen algo así como miedo, todos menos Rubius y yo.
—Ajá, por mi zona pasa más o menos lo mismo, es cómo si todos estuvieran alerta, pero no lo entiendo, ¿no firmaron un tratado de paz?— se preguntó la sirena confusa.
—No tengo la menor idea de lo que pueden estar tramando, pero no creo que sea bueno, igual nosotros también deberíamos estar alerta—Dije.
—Sí, será mejor que investiguemos, yo ya me tengo que ir, pronto empieza el horario de la comida y no quiero llegar tarde, la haré preguntas a mi padre para intentar averiguar algo, aunque tampoco creo que me diga nada, o siquiera que me responda...—Dijo Aroia algo desanimada.
—No te preocupes, seguro todo saldrá bien— Dije sonriente intentando alegrarla.
—Ojalá, ¡no te olvides que después vuelvo!—Su estado de ánimo cambió de repente, pasando de estar triste a contenta en cuestión de segundos.
—¡No se me olvida!— Traté de responderle mientras ella se sumergía hacia su hogar, el fondo marino.
Rato después de que Aro se fuera, fui a visitar a Lexosi.
—¡Hola!, ¿estás ocupado?—Dije.
—Justo ahora iba a ir a hacer misiones con Vegetta, ¿qué te trae por aquí?— Me respondió.
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El Beso (Aroxby)
Fanfiction❌obra sin terminar y sin próxima fecha para volver a retomarla❌ Alex y Aroia, de mundos tan diferentes, pero tan iguales. Alex es un pirata, y Aroia una sirena, nadie diría que ellos dos podrían ser algo, pero, ¿y si intentaran desafiar al mundo que...