—¿Qué haces aquí?—Fargan se atrevió a decir algo, ya que parecía que el resto no tuviera intención de decir palabra.
—Lo mismo podría preguntarte a ti—
—Rubius, vamos a enterrar esto ya, tengo prisa—Alex miraba al cadáver del cerdo con mala cara.
—No hace falta que os vayáis, después de venir aquí iba a ir hacía vuestra isla, tenemos que hablar—
—Vegetta, si nos vienes a dar una charla sobre las mentiras, mejor que empieces por no contarselas al oso—Fargan miraba a Rubius, que estaba casi llorando, para después mirar al animal en el suelo.
—Creo que voy a vomitar—el pelinegro que se encontraba a un lado de lo que quedaba del cerdo, se tapaba la boca mientras se alejaba poco a poco de la zona.
—Esperame Lely, te acompaño a donde quiera que vayas a vomitar—Rubius actuaba normal, como si ya hubiese superado la muerte de su mascota.
—¿Puedo vomitar aquí mismo?—
—No encima de Juan Carlos—
—¡Eh! ¿Y puede encima de alguno de nosotros?—Se añadió repentinamente en la conversación Vegetta.
—Ya llegó la ofendidita, si le hace ilusión...—Dijo Rubius mientras se escogía de hombros.
—¿Qué Juan Carlos era?—el búho intentaba cambiar el tema de conversación.
—Sexto... Tal vez séptimo—
El dueño del animal miraba al suelo avergonzado mientras jugueteaba incómodamente con sus manos antes de empezar a seguir al pelinegro dentro de la casa.
—Vamos anda, mejor ve al baño y ahí vomitas todo lo que quieras—le decía Rubius a Alex mientras este se apoyaba en su hombro.
Mientras estos dos se iban, podían escuchar a Fargan maldiciéndolos en voz baja por dejarlo solo con triple 7.
—Pobre hombre—le susurraba el oso a su amigo.
Cuando estos dos ya no se podían divisar por los que estaban fuera, Vegetta empezó a hablar.
—Bien, he estado pensándolo más profundamente, ya sabes, sobre lo del hospital, y no he cambiado de opinión acerca de si estaba bien o mal lo que hicisteis, aunque he pensado que esto de estar enfadados tanto tiempo no puede ser bueno para ninguno de los 3. Por eso creo que es mejor que hablemos de forma adulta y me prometas, tú y Alex, que no volveréis a ocultar nada acerca de la salud, mental o física, de ninguno de nosotros, además de la del pueblo—se le veía sereno, como de costumbre, pero explicaba a la perfección lo que pensaba.
—Me he quedado blanco tío, me esperaba de todo menos eso—Fargan había sido demasiado sincero—pero sí, estoy de acuerdo contigo.
Alejandro y Rubén, que estaban observando todo desde las alturas de la casa del segundo, se preguntaban por qué aún no se habían pegado de puñetazos o por qué hablaban tan serenos, así que esperaron unos segundos, vigilando cada uno de sus movimientos.
—¿Sigues con ganas de vomitar?—le dijo el dueño de la casa a Alex, ya una vez arriba.
—Sí, pero más ganas tengo de intentar descifrar lo que se dicen esos dos—
—Si se empiezan a pegar de hostias bajamos eh—
—Preferiría ver cuanto duran—dijo el pelinegro entre risas.
Se quedaron observando por una ventana durante un tiempo, hasta que al final escucharon las palabras de disculpa por cada lado.
Después de esto, todos se quedaron estupefactos, y los que estaban en la casa bajaron enseguida con la excusa de que ya Alex había vomitado.
—Y...mhm...¿De qué habláis? —Dijo casi tartamudeando el oso después de que su amigo le pegara un codazo para que hablara.
—De por qué carajos sigue este cerdo aquí—dijo Fargan.
Casi al instante, todos se dieron la vuelta para recordar a Juan Carlos, que empezaba a desprender un olor no muy bueno.
—Esto empieza a oler a cerrado—dijo el más bajo, llevándose una mano a la boca por quinta vez.
—Estás al lado de un muerto, no se cómo quieres que huela—Decía Rubius haciéndose el dramas.
—Si lo miramos así, eres el que más pegado estás al muerto, deberías crecer un poco—Decía Fargan mirando hacía donde estaba Alex, y comparando su altura con la que estaba el cadáver tumbado.
—Bueno, que nos hemos ido mucho del tema—decía el propietario de la isla gesticulando con las manos—Seguís...ya sabéis...
—Chicos, está todo arregladísimo, ya no tenéis que fingir más—añadió Vegetta con una pequeña sonrisa.
—Fi...fingir?! E- el que fingir—dijeron los dos casi a coro.
—Por dios, se os da fatal mentir, mejor que os calleis anda, no hagáis que esto empeore—soltó Fargan mientras sonreía.
—¿No deberíamos enterrar al muerto?—
De ese modo acabaron, enterrando a un cadáver, con Rubius llorando y haciendo drama de fondo, a Vegetta llevándole pañuelos, a Fargan cavando y a Alex vomitando.
***
—Y así nos perdonamos con Vegetta y se arregló todo—le dijo el pirata Alex a su amiga sirena semanas después, sentados en la orilla de una playa escondida y luego de contarle toda la historia por décima vez.
—Que sí Alejandro, que ya me la sé de memoria, ya podrían pasarte más cosas hijo—le dijo mientras le daba palmaditas en la espalda y mientras los dos miraban al sol, que se iba escondiendo poco a poco por el horizonte.
—¿Crees que alguna vez podamos viajar los dos más allá de ese horizonte sin que nos persigan?—le dijo el pirata después de encontrarse con la mirada de la chica perdida en lo profundo del cielo.
—Pues claro hombre, si nos lo proponemos, podremos cumplirlo—le respondió con un tono suave y calmado, con su dulce voz y el sonido del mar como melodía de aquel tranquilo día de verano.
—Ese día te prometo que iremos hasta allí y más lejos—mencionó mientras pasaba una mano por el hombro de su amiga.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
¡Hola! Después de casi 3 meses volví para anunciar que aún no se van a librar de mi >:), jaja ahora en serio, me costó mucho mucho hacer este capítulo porque parece que me han exprimido la imaginación y no se me ocurría nada, pero al final, después de mucho trabajo conseguí poder sacar algo decente, muchas gracias por esperar <3.
¡También me fijé en que recientemente llegamos a las 2 K de lecturas! Muchas pero muchas gracias a todas las personas que se pasan, tanto a los nuevos como a los que llevan aquí desde el día uno, a las personas que dejan su voto y a las que prefieren no dejarlo, a los que comentan y a los que no, los quiero mucho a todos! ❤
ESTÁS LEYENDO
El Beso (Aroxby)
Fanfic❌obra sin terminar y sin próxima fecha para volver a retomarla❌ Alex y Aroia, de mundos tan diferentes, pero tan iguales. Alex es un pirata, y Aroia una sirena, nadie diría que ellos dos podrían ser algo, pero, ¿y si intentaran desafiar al mundo que...