Capítulo 9. ¿Culpables?

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Rubius se despertó en el hospital, aturdido, le preguntó a la única persona que había en aquella sala que hacía allí. El oso se intentó mover pero paró en cuanto se dió cuenta que tenía varios cables en sus brazos. Estos estaban completamente vendados.

—¡Alexby!—Rubius parecía furioso y asustado al mismo tiempo— ¿Qué hacemos aquí...que hago yo aquí?.

—Por fin despiertas, llevas días en coma...Creía que de esta no te librabas— Alex tenía la voz quebrada, y en sus ojos se podía ver que no había dormido nada.

—¡¿Qué estás diciendo Alexby!? ¿Esto es una broma no?— El oso se estaba poniendo nervioso.

—¿¡Crees que si fuera una broma estarías como estás ahora mismo!?— Gritó Alex—No digas tonterías, por favor Rubius.

Sonó la puerta, se podía escuchar a alguien regañarlos por estar gritando en un hospital. Era Fargan.

—Silencio chicos, que estamos en un hospital...Espera...¿Rubius está despierto?—En la cara del búho se podía observar una reluciente sonrisa, sus ojos brillaban al ver que su amigo estaba bien.

—¿Acaso no me ves? Pues claro que estoy despierto ni que estuviera poseído—Le respondió Rubius con ironía— ¿Y los demás?

—A sí, Rubius se me olvidó decirte que llamé a Fargan para que me acompañara, a parte de él, ningún pirata lo sabe— Dijo Alexby un tanto nervioso.

—¿Y por qué Fargan? Yo quiero ver a Vegetta, que tiene de malo que...—A Rubius se le empezó a aclarar la mente, recordó porque estaba allí.

—Rubius...—El oso lo interrumpió.

—Da igual Alex, olvídalo—Rubius oía voces en su cabeza que le gritaban "olvídalo, él ya tiene a otro", los otros dos veían que a Rubius se le empezaron a poner los ojos llorosos, entonces el oso dijo con una falsa sonrisa— Perdonad chicos, ¿me podéis dejar un rato solo?, necesito descansar.

El búho y el pelinegro bien sabían que la sonrisa que había en la cara del tercero demostraba todo lo contrario a felicidad, pero aún así, decidieron que lo mejor sería dejarlo solo.

—Si Rubius, no te preocupes por nada, ya nos vamos, si necesitas algo llama a los médicos y nosotros vendremos en seguida, ¿de acuerdo?—Dijo el pelinegro.

—Si, de acuerdo—

—Está bien, descansa— Fueron las últimas palabras que se escucharon en aquella habitación antes de que se quedara solo habitada por el chico de ojos verdes.

—Si tan solo nunca me hubiera despertado—

Mientras tanto, por las islas se iba sabiendo que Rubius no estaba en la suya, haciendo creer a todos que había desaparecido.

—Necesito que colguéis carteles para encontrar a Doblas, colgadlos por todas las islas, necesito encontrarlo— Decía Vegetta a los demás piratas.

—Escucha Vegetta, no creo que sea una buena idea, a lo mejor solo a ido a una mina a picar, ya volverá— Respondió Fargan al ser él y Alex los únicos que sabían lo que le había pasado al chico.

—Eso mismo digo yo, no te vuelvas el dramas, seguro que no le a pasado nada, esperaos unos días, ya veréis cómo lo veis por aquí de vuelta— Le dio la razón Alex.

—¿Vosotros dos por qué estáis tan seguros de que será así?— Los dos chicos empezaban a parecer culpables de la inminente desaparición del oso, cosa que a los demás piratas no les hacía ni pizca de gracia.

—Siempre le pasa lo mismo, me extrañaría que no fuera eso lo que le hubiera pasado— intentó explicarse Alex intentando no parecer nervioso, cosa que no había conseguido.

—Sí, bueno, más vale que sea eso lo que le haya pasado— Dijo Vegetta no muy convencido.

Cuando se fueron los piratas, Fargan le dio con el codo en el brazo y le dijo— ¿¡Pero Alesbi, eres tonto!?

—¡Ay!, ¿que he hecho ahora? — Respondió Alex.

El búho sabía que ya no se fiarían de ellos tanto como antes, así que decidieron no molestar más a los demás y irse a hacer compañía a Rubius, de lo que ellos no se dieron cuenta es que no fueron los únicos que fueron a visitarlo...

Después de hablar con Fargan y Alex, Vegetta fue tras Willy— ¡Hey, Willy!— Gritó Vegetta tratando de alcanzar al rubio.

—¿Qué pasa Vegetta? Tengo prisa— Dijo el chico al ver que Vegetta estaba a su lado.

—Acércate, de esto no se puede enterar nadie— Susurró Vegetta vigilando que no hubiera nadie que pudiera escucharlo.

—¿Qué es tan importante?— Preguntó Willy.

—Verás, Alex y Fargan hoy estaban bastante raros con el tema de la desaparición de Rubius, y cómo se van juntos, voy a estar siguiéndolos para ver si van con Rabis— Se explicó el chico.

—Hmm, no me convence la idea, pero adelante, igual tampoco creo que encuentres nada— Dijo el rubio.

Los dos chicos se despidieron y el pelinegro fue en dirección a dónde estaban Alex y Fargan, una vez los encontró, fue unos metros por detrás de ellos, hasta llegar a un sitio un tanto extraño, el hospital.

El Beso (Aroxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora