Capítulo 2

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Subiré dos capítulos cada viernes, cada semana, este viernes subiré otros dos capítulos (comentario 14 de junio de 2017)

Capítulo 2

Sumergida en almohadas

Han pasado días y semanas desde que mis padres están peleados, y entre tantos gritos, entre tanto odio, estábamos nosotros; mi hermano y yo.

Las tardes jugando a juegos de mesa han quedado atrás, nuestros karaokes hasta las dos de la mañana, todas las lindas sonrisas quedaron detrás de los llantos de mi madre, del aliento a alcohol de mi padre.

Era la una de la mañana, momento de tomar un respiro sumergiéndome entre almohadas y baladas melancólicas, recordándome lo triste que es vivir.

La noche está hecha de corazones rotos, de respiraciones agitadas y de todos aquellos que buscan una respuesta en la luna.

Vibró mi móvil tirado en la almohada, al lado de mi hombro.

Abrí los ojos, la luna se filtraba por la ventana, apenas podía distinguir entre la silla y la ropa tirada en el suelo esparcida por cada rincón de la habitación, suspiré hondo y cogí mi móvil, me escribió Nora.

     -Vamos, Alicia, por qué parte vas??

Le respondí rápidamente.

     -Noraaaa, creí que te habías dormido, es muy tarde

     -Jajaja, imposible, este libro es muy bueno

     -Tienes razón, voy en la página 304

      -Ya casi me alcanzas, ya verás, fliparás más adelante, te dejo, que voy a seguir leyendo, luego te cuento!

     -Claro, jajajaja, no te duermas :(

Apagué el móvil, me acerqué a la ventana  y la abrí, conté las estrellas de esa noche, escuchando el saxofón a lo lejos, una melodía perdida por las calles.

Una...

Dos...

Tres...

Cuatro...

Quince...

Pequeñas, hermosas y brillantes estrellas.

En noches largas como estas, pensaba en tantas cosas como podía, antes de colapsar con las anaranjadas madrugadas.

Salí por la ventana, con cuidado me senté encima de una almohada en el techo, con un cigarrillo y mi mechero rojo, seguí contando todas las demás estrellas.

Se escuchaba el silencio, las hojas de los árboles bailaban con las ráfagas de viento.

Elías fue un gran novio, en el poco tiempo que estuvimos juntos, me dio lo mejor de él, su familia me quería, éramos especiales juntos, el tiempo se detenía en sus labios, y con el roce de sus manos, borraba rastros de impotencia.

Vibró mi móvil, era Nora. Dejé pasar el mensaje.

Rodeé las piernas con mis brazos, me apoyé en las rodillas observando detenidamente a una pareja abrazarse por una pequeña eternidad, porque somos así, pequeñas eternidades.

Vibró otra vez mi móvil, Nora es una gran amiga, hace tiempo no la veía con alguien, pasaba los recreos sola en las escaleras de enfrente de la cafetería, sonriendo y fingiendo estar ocupada cuando lo único que hacía era mirar por encima de los hombros, buscando a nadie. La invité a pasar esos ratos conmigo y con mis amigos, poco a poco se integra, es una chica maja y fácil de manipular, es frágil, todos pueden notar como su novio, Hugo, la manipula y la maneja como él quiere con sus ojos,

Sus ojos que perforan el alma.

She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora