es relacionada con la serie, una chica latina se muda a Japón con la ayuda de su padrastro ya que la vida en su país era complicada, en Japón conoce a la toman quienes serán importantes para ella
Ibas caminando con tus maletas hacia los taxis del aeropuerto.
T- Hola señor, buenas tardes. ¿Me llevaría a esta dirección? —le mostraste una dirección al taxista. Él asintió con un movimiento de cabeza.
Taxista- Hola señorita, sí, no se preocupe, yo la llevo —abrió la puerta trasera del auto. Te subiste mientras el taxista guardaba tus maletas en la cajuela. Había sido un largo viaje y venías cansada. El taxista frenó frente a unos departamentos. Comprobaste la dirección en tu celular, te bajaste y empezaste a sacar tus maletas. Al entrar al lugar buscando tu departamento, una de tus maletas se cayó por las escaleras.
T- ¡Mierda! —gritaste mientras dejabas las otras maletas y corrías tras la que se había caído. Una vecina de tu edad se asomó desde uno de los departamentos.
X- ¡Hola! ¿Te ayudo? —te miró con una sonrisa súper tierna.
T- No, gracias, estoy bien —respondiste seria, sintiendo la vergüenza.
X- No, en serio, te voy a ayudar —ignoró completamente tu comentario y recogió la maleta—. ¿En qué piso vives? —preguntó, muy entusiasmada, mientras comenzaba a subir.
T- En el piso 9 —subiste por las otras maletas mientras hablaban sobre tu viaje. Buscaste en tu teléfono la información del departamento—. Este es, gracias por ayudarme —señalaste tu puerta.
X- No te preocupes, ayudar es parte de mí. Me llamo Hinata Tachibana, un gusto. ¿Y tú eres? —Hinata estiró la mano para un apretón amistoso.
T- Soy ______ ______, también es un gusto conocerte, Hinata. ¿Quieres pasar a tomar agua? —abriste la puerta y te sorprendiste.
H- Sí, por favor —ambas estaban cansadas. Entraron a tu departamento y las dos comenzaron a mirar todo.
T- No pensé que fuera tan lindo —comentaste mientras caminaban por la sala de estar.
H- ¿Por qué no vives aquí? —su cara se transformó en una expresión de confusión.
T- Desde hoy vivo aquí, me acabo de mudar. Este departamento era de mi padrastro, pero ahora es mío —te apoyaste en una de las paredes mientras caminaban a la cocina, específicamente al fregadero, para sacar un vaso de agua.
H- ¡Genial! Entonces seremos muy buenas amigas —agarró uno de los vasos y se lo bebió de una sola vez.
T- Está bien —ambas se rieron. Luego volvieron a la sala de estar y se acostaron en unos sillones.
H- ¿A qué secundaria irás? —preguntó intrigada.
T- A la secundaria Satura... Makura... no sé, algo así —dijiste, pensativa.
H- ¿No será la secundaria Sakura? —Hinata puso una cara de emoción. Asentiste con la cabeza—. ¡Genial! Esa es mi secundaria.
T- Qué bacán —respondiste, ya bastante cansada.
H- Oye, ya me tengo que ir, nos vemos más rato, ___ —dijo mientras se iba.
Pasaste toda la tarde ordenando hasta como las seis, cuando decidiste bajar al estacionamiento.
T- ¡Hola, motito! ¿Dónde estás? —dijiste mientras buscabas la moto con emoción.
Apretaste un botón en la llave y viste que una moto se iluminaba con luces de colores.
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