es relacionada con la serie, una chica latina se muda a Japón con la ayuda de su padrastro ya que la vida en su país era complicada, en Japón conoce a la toman quienes serán importantes para ella
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Mi- así que ahí estás.- decía mientras caminaba hacia ti.
Mi- sabes, tu padrastro quedó muy preocupado por ti.- dijo sentándose al frente tuyo.
Llorabas sin decir nada, estabas pensando en tu mamá y papá.
Mi- sabes que no hablar de lo que sientes hace mal para la cabeza, así que ¿quieres hablar? -dice mirándote. Te abraza, no pudiste más y te soltaste.
T- ¿por qué? ¿por qué me abandonaron los dos? —dices llorando.
T- mi papá me abandonó y después apuñalaron a mi mamá solo para robarle un estúpido auto, ¿por qué, Mickey? -dices llorando muy fuerte.
T- en serio, no les bastó con que mi papá se fuera, así que mataron a mi mamá. Esto es mucho para mí, en serio, ya no quiero más —dijiste mirándole a Mickey.
Mi-sabes —te agarra del mentón suavemente para que lo mires a los ojos— yo también perdí a una de las personas más importantes de mi vida por la culpa de un ladrón —dice tranquilo.
Mi- el 13 de agosto del 2003, dos personas muy cercanas a mí entraron a robar una motocicleta a una tienda de motos para regalarme la moto de mis sueños. Lo que esas personas no sabían era que la tienda era de mi hermano mayor, Shinichiro. Mi hermano pilló al segundo ladrón con la moto en las manos cuando, de repente, el primer ladrón llega por detrás de Shinichiro con una llave y le pega a mi hermano, ocasionando la muerte instantánea a mi hermano. Cuando vi el alboroto que había en la tienda, me acerqué y vi salir a mis dos amigos siendo llevados por la policía. Uno iba muy raro y el otro iba llorando cuando uno me mira y me dice:
X- lo siento, Mickey —es Mickey imitando a Baji.
Hablé con los dos para entender mejor qué había pasado. Pude perdonar al cómplice del asesino de mi hermano, pero al asesino no lo perdoné. Desde ese día, mi moto es lo único que me queda de mi hermano.
T- lo lamento mucho —dices por lo de su hermano.
Mi- tú tranquila, te cuento esto para que veas que hay gente con la que te puedes soltar y hablar sobre tus sentimientos. Yo y Draken somos de esas personas; estaremos aquí cuando nos necesites —dice volviendo a abrazarte.
T- sabes, hay veces que me siento inútil, no sé, no me gusta como soy, no me gusta mi cuerpo, nada de mí, siento que la gente dice la verdad al decir que soy un monstruo —dices llorando en los brazos de Mickey.
Mi- no, tú eres hermosa de pies a cabeza, de monstruo no te veo nada y de inútil tampoco, tú eres única, eres genial —dice sonriendo.
T- yo no creo eso, no me gusta nada de mí —dices llorando.
Mi- a mí me encanta todo de ti, tu sonrisa me encanta, tu pelo me fascina, tus ojos, tu nariz, cada parte de ti es hermosa y si no cambias de opinión, espero que esto sí lo haga —se acerca a tus labios y los junta en un cálido y tierno beso.
Te sonrojaste mucho y Mickey se separa de ti.
Mi- ¿cambiaste de opinión? —dice coqueto.
T- no, sigo pensando lo mismo —(te habías sentido más segura de ti, pero te gustó mucho el beso, entonces querías otro).
Mi- entonces no me dejas otra opción —juntan sus labios en un beso cálido y tierno.
Mi- ¿y ahora? —dice sobándose detrás de la cabeza mientras se sonroja.
T-s... sí... sí —dices sonrojada.
Mi- bueno, entonces bajemos porque tu padrastro está muy preocupado —dice mientras se para.
T- espera —le agarras la mano— gracias, de verdad, desde que llegué a Japón me has protegido como nadie lo había hecho. Cuando estoy contigo me siento segura, gracias de verdad —dices mirándole a los ojos.
