Cuando te Conocí

Me Haces Sentir

Capitulo 4

Caminaba en dirección al edificio de medicina para iniciar clases, mi mirada se encontraba en el suelo, trataba de asimilar lo que estaba pasando, aun no podía creer como en tan poco tiempo, habían sucedido tales cosas. Me detuve frente a un gran árbol de cerezos y observe como los pétalos de esas hermosas flores, caían cual bella lluvia, me quede contemplando por un momento el espectáculo, con el fin de que desapareciera un poco la tristr4eza que sentía, suspire ya mi mente regreso lo sucedido hacia una semana atrás.

Recuerdo

- Lo vi, hablando con Kykio – soltó comenzando a derramar lagrimas – hablaban gustosos, se reían, además… – menciono mi amiga comenzando un hipo

- ¿Qué? – dije preocupada

- Además… también se abrazaron… estuve el tiempo suficiente para ver como él la tomo de las manos para después escuchar decirle – el amor nunca desaparecerá, es ahí cuando sabes quién es la verdadera persona para ti – y en cuanto termino la frase, soltó un doloroso sollozo para después, desvanecerse de rodillas, cayendo al piso

Quede como piedra no era posible lo que escuchaba, era increíble, pero ¿Cómo es que Inuyasha había hecho eso…? A caso ¿nunca quiso a Kagome?

Estaba completamente en shock, no sabía qué hacer, no sabía que decir, lo que acababa de escuchar me había llegado a los más profundo, sentía ganas de soltarme a llorar junto con ella, entonces, cerré fuertemente los ojos y fue cuando lo vi. Sesshomaru, su imagen en mi mente me hizo despertar y de un sobre salto abrí los ojos, mire abajo y ahí estaba Kagome, arrodillada en el piso mientras sollozaba dolorosamente.

Automáticamente me agache a su altura y la tome entre mis brazos para tratar de calmar su dolor…

- Si no lo sabes, a esas flores se les llama Sakura – escuche y aquella sensual voz detrás mío, me saco inmediatamente de mis pensamientos

- ¿Ah? – exprese sorprendida, volteando rápidamente con la intención de encontrarlo a el

- A la flor del cerezo se le llama…

- Si se como se le llama… muchas gracias – mencione con sarcasmo sin dejar a Sesshomaru, terminar – oye… por cierto ¿esa es tu manía?

- ¿Manía? – pregunto

- ¿El llegar, decirme algo ocurrente cuando estoy completamente distraída, después esperar como mi cerebro reacciona para contestarte y al escucharme, simplemente dar media vuelta y marcharte?

Era cierto, en cada encuentro que teníamos, que debo decir, ya eran más seguidos cada día, siempre hacia lo mismo. No sé, si burlaba de mi o que motivo lo llevaba hacerlo pero lo hacía dejándome siempre, con la intriga de "a que se refería" así, como dudas de su extraña actitud para conmigo.

Después de aquello que le dije, sucedió algo realmente sorprendente, pues fue la primera vez que lo vi gesticular una sonrisa en su rostro, pero no solo eso, su sonrisa no era como todas las normales, sino, era una que se dibujaba levemente en sus labios, una línea que mostraba una ligera expresión de ¿felicidad, alegría? Una de las dos, con la que sus ojos se combinaron perfectamente, así, mostrando la sonrisa más bella que había visto jamás, lo sé, era extraña pero hermosa, al menso apara mi, ya que en cuanto lo vi sonreír, la preocupación y el dolor que sentía, desapareció inmediatamente.