Contigo

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Capítulo 16


El gran torso frente a mí, y el delicioso aroma de ese hombre me paralizaron, fui alzando lentamente la mirada, sabía que era él y eso, me ponía más nerviosa. Cuando nuestros ojos se encontraron y sentí mis mejillas arder, una coqueta sonrisa se dibujo en sus sensual es labios, pronucniando:

Hola Rin, ¿Bailas conmigo? – dijo Sesshomaru ofreciéndome su mano

Amm… Sesshomaru… - tartamudeé

No sabía que contestarle, entonces antes que pudiera pronunciar otra palabra, coloco uno de sus dedos en mis labios al mismo tiempo en que alzo mi barbilla. Acerco su rostro a mí y en un susurro hablo:

¿Qué dices kimono, bailamos?

Por un instante, lo mire impresionada, pase saliva y solté lentamente el aire que contenía. Miroku había sido claro, esa noche, si bailaría, pero no con mi amigo.

Pose mi mano sobre la suya, en cuanto lo hice, pude sentir el calor que emanaba de él. Sentir mi palma y la suya, juntas, me hacía sentir tranquila, era como si todo problema o dificultad desapareciera en cuanto me tomaba de la mano. Caminamos en dirección a la pista y en un lugar de la misma, nos detuvimos. Mi corazón palpitaba deprisa pero aun así, estaba dispuesta, había hecho mi elección y era, bailar con Sesshomaru.

Me miro penetrante, tomo mi mano derecha sujetada por la suya y la subió hasta la altura de sus hombros, mi otra mano, la paso por detrás de su hombro izquierdo y finalmente con su brazo, rodeo mi cintura y me acerco a su cuerpo. Me sentía temblorosa y con el corazón a punto de salir, pero al mismo tiempo, me sentía extasiada por su presencia.

Nos miramos por uno segundos y por si fuera poco, comenzó a sonar aquella canción, esa misma que bailamos por vez primera en aquel hermoso restaurante. Recuerdo bien ese momento, fue el momento en que me percate de lo cautivada que me encontraba de él así, como darme cuenta que no podría ser más feliz que estando a su lado, esa noche en que la luz de la luna se reflejaba tan maravillosamente en su cabello plateado y en sus bellísimos ojos dorados.

Pero… en esta ocasión, por algún motivo, era diferente. Su mirada brillaba aun más que en aquel momento, su cabello lucia mejor, sus brazos podía sentirlos con más claridad, el calor de su cuerpo se apoderaba de mí ser en cuestión de segundos y las sensaciones que causaba en mí ser, eran hasta cien veces más fuertes.

Al ritmo de la canción, comenzamos a bailar, primero un paso y después otro, en cada movimiento que dábamos, ninguno de los dos apartaba la mirada, era como si estuviésemos conectados, no por los ojos sino por el alma, era como si de un momento a otro, ya no estuviéramos ahí, sino que de alguna manera inexplicable, nos hubiéramos transportado hasta el cielo y estuviéramos bailando entre las nubes.

Casi al término de la canción, tomo con más fuerza mi cintura y me acerco a él, sentí como mi rostro se encontrara completamente rojo, parpadee un par de veces para intentar persuadir el momento pero lo único que conseguí, fue la sonrisa coqueta de Sesshomaru, lo que me ocasiono bajar la mirada.

- ¿Qué pasa Rin? ¿Por qué no me miras? – preguntó sarcástico

- ¿Debería hacerlo? – cuestione como respuesta

Cuando te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora