Cuando te Conocí

Sin Ti

Capítulo 13

Lo recuerdo bien porque, fue en ese momento, cuanto sentí que mi mundo termino, fue, cuando sentí como mi corazón se despedazo. Contemple cada instante, cada detalle, absolutamente todo.

Llegue agitada, me sentí nerviosa, durante el camino no lo había encontrado, temía que hubiera tomado otro camino y que al llegar y no encontrarme, pensara mal; mi angustia termino cuando vi su cabello plateado mecerse por el viento, de momento me alegre pero todo se perdió, cuando advertí con quien se encontraba.

Camine lentamente hasta ambos, ninguno se percato de mi presencia, fue cuando sucedió. No pude dar un paso más, Sesshomaru tenía entre sus manos el rostro de Kagura, mientras ella, lo miraba deslumbrada, sentí el entumecer de mi cuerpo y el poco aliento que me quedaba, se esfumo, una punzada en mi pecho apareció, como si se tratara de un aguijón, no comprendía la escena. Entonces, descubrí que no era un simple aguijón, sino un puñal que directamente en mi corazón, fue clavado, en cuando vi a Sesshomaru, rosar los labios de Kagura.

Quede de pie, solo contemplando, lo que frente a mí pasaba, de mis ojos comenzaron a brotar lagrimas con tal fuerza y ​​constancia como si fueron cascadas, sentí que el aire no llegaba a mis pulmones, quería correr, irme de ahí pero no podía moverme, mis piernas no tenían fuerza.

El dolor en mi pecho aumentaba cada vez más, era insoportable, al punto en que lleve mis manos a él. Comencé a sentir el cuello y el pecho húmedo, pues mis lágrimas ya comenzaban a encharcarse, mis ojos seguían clavados en aquel sitio, fue entonces que Sesshomaru se separó de ella. Kagura de inmediato se colgó sobre él, con un fuerte abrazo, y ese mismo, fue inmediatamente corresponido. No sé bien cómo fue, pero, tome valor para dar media vuelta.

Les di la espalda y con un suspiro entre hipos, mis piernas reaccionaron para irme corriendo de ahí; recuerdo bien ese momento, fue el día en que me sentí correr más rápido que nunca, a pesar de no ver nada por las lágrimas que hacían borrosa mi vista, seguía adelante, lo único que deseaba, era alejarme, desaparecer.

Pasaron unos segundos después de dar media vuelta y correr, cuando escuche su voz detrás de mí. Era Sesshomaru quien me llamaba, escuchaba sus gritos, nombrándome y pidiendo que me detuviera pero, no podía.

- ¡Rin! - escuché a centímetros detrás de mí - ¡Rin! - volví a escuchar, y mis intenciones de detenerme, no aparecían - ¡Rin detente! - fue lo último que escuche al momento en que sentí como me detuvo, tomando una de mis manos

Con fuerza pero sin lastimarme, me giro para quedar frente a él y en cuanto lo vi, no pude tragarme lo que sentía.

- Suéltame… - protesté - Eres un hipócrita…

- Rin ... tranquila - dijo él, tomándome por los hombros

- ¡No! - grite, intentando forcejear - Suéltame, ¿Cómo pudiste?

- Rin, por favor, necesitas calmarte…

- ¿Lo hiciste a propósito? ¿Querías vengarte? - cuestioné furiosa

- ¿Qué? No, no, necesito que me escuches, voy a explicarte

- No necesito que me expliques, lo que vi fue suficiente - declaré retrocediendo de él

- ¿No me dejaras explicarte? - preguntó frunciendo el seño

- ¿Qué quieres explicarme? - alegué sarcástica - Nada escusa, lo que acabas de hacer