Intrusos

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Capítulo 11

(Punto de vista Rin y punto de vista Sesshomaru)

Ya se cumplido semanas, desde que cada día, aparecía un nuevo presente por parte de Kohaku. No había día en que no llegara un nueva regalo, mi casa; se encuentran repleta de flores, regalos, cartas y globos, los suficientes que hasta parecía tienda de curiosidades. Para mí, era sumamente incomodo y más que eso, preocupante ya que, Sesshomaru no estaba enterado de nada. Por fortuna, desde que comenzaron los regalos de Kohaku, mi novio no había tenido la oportunidad de entrar a mi casa y lo consideraba bueno pues lo que menos quería, era que supiera lo que estaba pasando.

Me comenzaba a resultar complicado, el soportar constantes recomendaciones por parte de mi tía, sobre que Kohaku era mejor prospecto que Sesshomaru, rechazos e indiferencias por parte de mis amigos, murmullos y miradas de los alumnos del instituto, penetrantes miradas de odio por parte de Kagura, presiones por estudiar y al mismo tiempo, permanecer como si nada, frente A Sesshomaru. Era realmente agotador.

Pero, a pesar de todo y que de verdad me esforzaba para sobrellevarlo todo, tener en mi vida a ese hombre de mirada ambarina, me daba la suficiente fuerza como para soportar eso y más, pues sabía bien que estaban a lado de Sesshomaru nada malo pasaría.

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Era un día más, bajé por las escaleras en dirección a la cocina, un dolor en mi estomago apareció al ver la sala de mi casa con nuevos presentes, suspiré agotada y me dirigí a desayunar. En cuanto terminé, me despedí de mi tía y salí de casa. Ya afuera, tome aire, lo saque lentamente de mi pecho, voltee en dirección a la calle y ahí estaba él, quien con una hermosa mirada y una sonrisa en su rostro, me esperaba gustoso. Sonreí y al instante todo disgusto en mi, se borro, me encantaba, esa facilidad de Sesshomaru, el hacer que todo mi mundo se convirtiera en él.

Como cada mañana, Sesshomaru me dejaba en la entrada del edificio de medicina, se despedía con un dulce beso y después, de dejarme completamente extasiada por su persona, se encaminaba a sus clases. Era tan increíble tenerlo en mi vida, no deseaba por ningún motivo separarme de él, y sabía bien que eso no pasaría ya que, sabía que nuestro amor era real, puro, sincero y más que nada, fuerte.

Después de saborear el dulce sabor de sus labios me dirigí a clases, caminando por los pasillos donde exactamente se encontraban los casilleros del edificio, me detuve frente al mío y comencé a introducir la combinación para abrirlo. Cuanto lo hice, busque los libros necesarios para mi próxima clase, mire el pequeño espejo que se encuentran dentro, y mirándome en él, sonreí, era el inicio de un buen día.

- "Rin" - escuché a mi lado

- ¿Ah? - volteé apartando la puerta del casillero y frente a mí, estaba mi pequeño amigo al cual, salude gustosa - ¡Shippo, Hola¡

- Hola Rin… Oye, ¿Es verdad lo que se dice? ¿Los rumores que se hablan son ciertos? - cuestionó intrigado

- ¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Qué rumores?

- ¿De ti y Kagura? La chica de último año - explicó

- ¿Cómo? - expresé extrañada

- Se habla en la universidad que Kagura y tú, están compitiendo por el amor de Sesshomaru ¿Es verdad? ¿Estás compitiendo con ella, por Sesshomaru? - interrogó sobresaltado

Cuando te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora