Lili
La semana pasó muy rápido puesto que estamos en vacaciones, y señorita vaga (o sea yo) mínimo dormía 11 horas. Ya era después de las 12 del día, la claridad que se asomaba por mi ventana no me molestaba para dormir, pero ya era hora de levantarme si no quería morir de impoclisemia. A si que arrastre mi cuerpo al baño y me di una larga ducha de agua tibia. Salí como de costumbre, con una toalla enroscada en mi cuerpo y me traté de cambiar lo más rápido posible para por si Daniel trataba de espiarme otraves.
Aunque no sería mala idea. Me gustaría verlo babear por mi.
Mi manera de pensar puede ser un poco pervertida cuando me lo propongo.
Me asomé por mi balcón y miré hacia la izquierda, el cuarto de Dani estaba vacío ¿Donde estará?. Bajé a la cosina un poco mareada por el hambre y me di cuenta que había una nota de mi madre pegada en la nevera
Nota:
Come algo, en el frutero hay dinero suficiente para una pizza de queso, tu favorita. Recuerda que a las 5:00PM vamos a reunirnos con los Steven en su casa.Ups se me había olvidado ese pequeño detalle, no los conozco a si que yo diría que no está mal conocer gente nueva. Utilizo mi teléfono para encargar una pizza. Pongo música a todo volumen en la mini bocina, mientras mi comida viene en camino cojo una barra de chocolate retirando el envoltorio para luego metermelo en la boca. Su sabor es tan delicioso, ¿mencioné que tiene almendras? bueno pues las tienen.
Empiezo a saltar como loca por ensima del sofá, mi canción favorita sonando por toda la sala (Die, die, die my darling de la banda Metallica)
-¡Que rico es estar sola! ¡Yupi!-doy un último salto y caigo sentada en el sofá, agarro el control de la tele como micrófono y empiezo a cantar o mejor dicho a gritar
-Die, die, die my darlingDon't utter a single word
Die, die, die my darling
Just shut your pretty eyes...
I'll be seeing you again
Yeah, I'll be seeing you....
In hell..
De pronto tocan el timbre. Que bien, ya llegó la pizza. Bajo el volumen un poco, recojo el dinero del frutero y me dirijo a la puerta.
Cuando la abro, unos ojos verdes brillosos me saludan con sierta curiosidad.... Milosh
-Hola Lili, me pregunto ¿por que mi mejor amigo después de dos años sin verlo, llega a mi casa para formar tal escándalo por una cosa incierta?, vamos a decirlo haci para hablar como personas sibilisadas que somos- explica apollandose de el borde de la puerta.
- Como personas sibilisadas que somos- digo imitando sus palabras- debes admitir que te gusto. Eso me dio una idea para enfadar un poco a Daniel.
No soy la típica chica bonita, ni la tonta, ni la zorra, ni la que espanta, pero tengo ciertos encantos. Milosh por otro lado como el invecil que es, siempre a tratado de tener algún tipo de aventura conmigo pero es obvio que no soy nada fácil en especial sabiendo como es el.
-¿Por que querías enfadarlo?- me dice un poco confundido.
-Lo siento Milosh, no es de tu incumbencia, a si que toma, quédate el cambio y lárgate que estás trabajando y estoy segura que tienes más pedidos bye- le dije extendiendole el dinero y cerrando la puerta.
Pongo la pizza en la mesita que hay al frente del sofá y apago la bocina para encender la tele. Me dirijo a la cosina por un vaso con hielo y coca cola para después sentarme en el sofá como chico vulgar un sábado en la noche.
-Siii, esto es vida- digo tomando un sorbo de el contenido del vaso.
Derrepente suena mi teléfono, lo enciendo para encontrarme con una notificación de Daniel que dice:
Dani: Lili, ¿estás en estos momento en tu casa?
Lili: No:)
Dani: ¿Segura?
Rodeo los ojos
Lili: ¿Qué quieres?
Dani: ¿No es obvio? Quiero verte
Lili: Si, estoy en casa pero pasaré la tarde afuera.
Dani: No importa, ya voy.
Lo espero por unos minutos pero aparece por detrás provocandome un saltito. Me había olvidado que dejé la puerta del balcón abierta.
¡Mierda!- dije para mis adentros.
-Dime, ¿que quieres?- Pregunté pelliscandole la nariz como gesto de cariño
-Quería darte un regalo
-¿Un regalo?- dije algo incrédula
-Si- dijo sacando de su bolsillo una pequeña caja color púrpura.
Okey, debo admitir que eso me asusta. ¿Que estará tramando?
-¿Una caja? ¿Enserio? ¿Por que me da la impresión que tiene algún tipo de insepto desagradable en su interior?
-No pienses así de mi, no siempre estaré jugando- dijo con una sonrisa tendida en su rostro.
Aún así no voy a bajar la guardia. Coloco la cajita en una de mis manos y con la otra la destapo. Wao, mis ojos se iluminan, es un regalo de verdad, una pulcera de plata.
-¿En serio Daniel? ¡¿Es para mí?!
-Si, y tiene una dedicatoria en su interior.- dijo con expresión alegre.
La observé detalladamente, en verdad era linda, sencilla y sin ningún adorno. En su interior decía
"BFF of Daniel"
Era muy bonita, en realidad Daniel nunca tenía tantos detalles conmigo pero tampoco voy a decir que de ves en cuando me regalaba algo, ya saben como amigos.
-A, yo tengo una a juego- dijo enseñándome su mano, tenía una igual- pero la mía dice "BFF of Lili"
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El Regreso
Подростковая литератураUn libro que llegará a entretenerte en las noches de insomnio