Capítulo 4

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      Daniel:

      Milosh ¿en serio? Mierda, ese idiota le deje bien claro que no se acercara a las chicas en especial a Liliana. Y... no me imagino lo que pudo haber pasado entre ellos dos. Tomé una respiración muy profunda como me aconsejó mi psicólogo, no quiero gritarle ni echar a la basura este momento que me hace sentir como en casa.

      - Lili- dije masajeandome las sienes mientras ella me miraba con una expresión preocupante- ¿Que parte de que no te juntes con ninguno de mis amigos no has entendido?

      - Dani, Dani- Dice acercándose a mi lentamente con una mirada juguetona, ¿donde está la preocupación de hace un instante?- Sabes que a mi me gusta lo prohibido y más si me lo exiges tú- ¿Estará borracha? No creo, no la e visto tomar demasiado.

       -Al parecer te gustan los chicos malos, entonces ¿por que no sigues con el?

       -¿Quien a dicho que no seguimos?- Espera ¿que?- mentira, cambia esa cara, te lo tomas todo en serio- suelta una risita pícara- coje un trago.

       Me extendió la botella, negué con la cabeza. Me volvió a mirar pero esta ves sus labios acompañaban un puchero bien hecho terminando de combenserme por completo.

       - Esta bien, pero pasamos de "verdad o bebida" a una conversación incómoda. ¿Cambiamos de tema?

       -No, ya es tarde, tengo que dormir.

       -Pero estamos de vacaciones, un rato más- le gusta que le supliquen- por favor- ahora el que hace los pucheros soy yo, aunque no me salen tan bien como a ella.

       - media hora y ya ¿vale?

       -vale
 
       El poco tiempo que me pidió se convirtió en unas horas de más con el tema de todo lo que habíamos hecho desde que me fui. Nada fuera de lo común, su rutina habitual, excepto el hecho de que estuvo con mi mejor amigo el rompe corazones mujeriego e invesil cuando se trata de mujeres. Después tendré una larga conversación con el.

       Ya casi iba a amanecer así que me fui despidiendo de la que en este pueblo era mi persona favorita.

       - Bueno llegó la hora de despedirnos, no estaré en mi casa esta por la tarde, tengo cosas que hacer y te lo digo por si se te ocurre buscarme

       - Bien, no hay problema yo voy a dormir un rato y después sabré que inventar para no aburrirme. Bueno hasta luego.

       -Adios

       En un abrir y serrar de ojos ya estaba en mi habitación con el móvil en la mano y marcando el número de el que tenía como contacto, mi mejor amigo.

       -¿Hola? ¿Daniel?- su voz parecía un poco dañada,.estaba seguro de que lo desperté.
   
       - Milosh, estoy de vuelta- dije un poco serio pero emocionado por hablar con él

       - ¿En serio?

       - Si, no te emociones, tengo que hablar seriamente contigo.

       - Em ¿de que o que?

       - Sabrás cuando te toque discutir conmigo. Hasta luego

       Le colgué sin esperar respuesta alguna y me fui a la cama a descansar por unos minutos, Lili me va a partir el cerebro.

      

       

     

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