El cambio

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Olía a panque de mora y a tocino recién hecho, Era el olor clásico que abundaba casi todas las mañanas en la madriguera, olor hogareño. Este olor despertaba a todos los Weasley. Al menos todos los que aún vivían en ella.

La señora Weasley cocinaba alegremente mientras tarareaba felizmente una canción muggle que había oído antes en el radio que el señor Weasley había llevado a casa muchos años atrás. Los platos se lavaban por si solos mientras más salían por el desayuno que aún seguía preparando.

El señor Weasley bajo los escalones aún atándose con dificultad la corbata -Buen día querida- El señor Weasley tropezó con una de las sillas llamando así la atención de la señora Weasley que dejo de cocinar los huevos que tenia en su estufa.

Ella le sonrió dulcemente y se acercó a el para ayudarle con su corbata -Oh Arthur, después de tantos años y aún no puedes atarla por ti mismo?- Ambos rieron, después la señora Weasley le dio unas palmadas en el pecho haciéndole entender que ya estaba listo. -Ahora siéntate, el desayuno esta casi listo- el asintió con la cabeza y así lo hizo.

Se escucharon unos pasos algo torpes, solo para dejar ver a Ginny y Ron peleando en las escaleras.

-Maldita sea Ginny quítate- Los señores Weasley voltearon rápidamente mientras observaban a sus hijos bajar de manera agresiva los últimos escalones

-Deja de empujarme Ronald- Ginny le dio un codazo y después brincó los últimos dos escalones, corriendo hacía la cocina siendo perseguida por su hermano mayor, pero para cuando Ron entró en la cocina, Ginny estaba detrás de su papá rodeándole los hombros con los brazos y poniendo cara de inocente. Ron puso los ojos en blanco -Tramposa- Después se sentó al otro lado de la mesa tomando un pedazo de tocino recién hecho cuando recibió un manotazo por parte de la señora Weasley -Ouch! mamá!-

-Nada de mamá, tu hermano aún no ha bajado! no vamos a empezar sin el-

-Qué caso tiene? nunca se queda a desayunar así que da lo mism...- Ginny le aventó un panque a Ron, interrumpiendo sus palabras, el se volteó enfurecido hasta que, Ginny le hizo una cara apuntando hacia donde estaba su madre. Ron volteo a verla, miraba al suelo y parecía contener unas pequeñas lagrimas

-Perdona mamá, no he querido decir eso-

La señora Weasley sonrió débilmente y se volteó para seguir cocinando los huevos que tenía en la estufa.

Ron parecía sentirse culpable, volteó a ver a su padre quien le sonrió dándole a entender que no tenía nada porque preocuparse.

Ginny se sentó al lado de su padre quien se aclaro la garganta -Bien, pues díganme chicos, cuando regresa Harry?- Ginny saltó de emoción, el señor Weasley podía jurar que Ron también.

-El lunes! ha trabajado duramente, ahora por fin tendrá vacaciones y podremos pasar más tiempo juntos-

-No puedes culparlo, tu también apenas y has podido librarte de tus entrenamientos- El señor Weasley revolvió el cabello de Ginny

Ron notó lo callada que estaba su madre, se puso de pie y se acercó a ella -Te ayudó con eso ma?- Ella se sobresalto y miró a su hijo, le sonrió y puso sus manos en sus mejillas -Gracias cariño- ambos llevaron los platos restantes a la mesa y se sentaron mientras continuaban con la plática.

La señora Weasley se animó al escuchar que en unos pocos días, Harry llegaría a la madriguera, desde luego para ella era como un hijo. Harry era parte de la familia.

-Y, Ron?- El señor Weasley volteó a verlo, miraba fijamente a aquel panque de moras el cual humeaba aún -Ron!-

-Eh? ah si! qué pasa?- Ginny soltó una carcajada

The Ginger's ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora