Promesa

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George la vio sacar una planta de debajo de su cama. Veía las hojas mientras las tocaba delicadamente, como si estuviera asustada de que fuera a dañarlas.

-Neville?- Remus asintió

-Viene una vez al mes con una nueva planta. Solo que...-

-Qué? qué pasa?-

Remus suspiró -No entra, nunca puede, ni el, ni Harry, Ni Hermione-

George no parecía estar entendiendo lo que Remus le decía, el se dio cuenta y continúo para ponerlo en contexto -Hace un año, Neville fue el primer en venir, traía una de esas plantas carnívoras mágicas, ya sabes, de esas que seguramente te arrancaran la cabeza si no tienes cuidado-

George asintió -Si, su favorita- Sonrió ante el recuerdo

-Si, bueno, claramente le dije que no podía entrar con esa planta, pero que podía entrar a verla, el se puso el mar de contento. Pero, cuando entro aquí, la cosa se puso fea. Comenzó a gritar. Fue... horrible. Supuse que sería cuestión de tiempo para que se acostumbrara, pero después todo fue peor. Harry vino un día, honestamente parecía más asustado, supongo que Neville debió comentarle algo. Cuando vio a Harry, lloró desconsoladamente, estoy seguro de que trató de decir algo pero no logró formular las palabras.- Con cada palabra, Remus parecía estarse ahogando -Por eso, con el paso del tiempo las visitas fueron menos frecuentes. Harry ya no volvió a intentar entrar, Neville viene a dejar una planta y a asomarse por la ventana, Hermione vino tres veces, la última vez... Bueno supongo que te lo debe contar ella.-

George quería saber, pero no insistió con el tema -Y Luna?-

Remus sonrió con ternura -viene cada semana sin falta, le lee una historia diferente, no se de donde se las saca pero podría jurar que ella se las inventa para ella- George se imaginó a Luna leyéndole una Historia mientras Blake le ponía la más suma atención. Le recordó a aquellos días nublados, los cuales parecían estar a punto de estallar en una lluvia estruendosa, pero en realidad solo se quedaba nublado, esos días donde ambas chicas solían ir a la orilla del lago en Howgarts para leer y hacer notas. No hablaban, solo tenían en ese momento.

El recordó haberlas visto varías veces.

También recordó que ellos dos solían tener su propio momento.

-Y... Fred?- Preguntó tratando de alejar los recuerdos que parecían dolorosos.

-Eso. Si... Bueno, No vino más que una vez, desde entonces solo manda búhos semanales para saber como sigue. Creó que conoce la respuesta, pero, sigue haciéndolo.- Remus vio de reojo al pelirrojo. -Conozco esa mirada George, si quieres saber porque Hermione o el ya no vinieron más veces, deberás preguntárselos tu mismo- George trató de decir algo - No esta bien contar un secreto que no te pertenece-

Con eso fue suficiente para que George siquiera insistiera en ello.

-Siempre quise saber, Por qué tu nunca viniste? se que no habla, pero puedo apostarte a que, debes ser a quien más hecha de menos-

George la volvió a mirar. seguía con su planta, perdida en el vacío, sin oportunidad de poder traerla de regreso, sin oportunidad de sacarla de ahí.

-Cada vez. Cada maldita vez que lo intente, no lograba cruzar esa puerta-

Remus frunció el seño -habías venido?-

-Todos los días vengo, pero nunca cruzo la puerta. No lo hacía hasta que esta foto llegó de nuevo a mis manos- George miraba aún a la chica que estaba frente a el -Crees que no lo intente? cada día, cada maldito día de mi vida lo intento. Pero no lo logro, es como... Como si la única cosa que se interpusiera fuera la puerta, pero te lo juro, es mucho más que eso. soy yo, yo mismo me hago todo esto. Se lo hago a ella, nos lo hago a nosotros y me odio por ello. Porque no puedo cruzar una maldita puerta- George se había acercado inconscientemente a Blake mientras que ella dejaba la planta en el suelo cuidadosamente. -Quisiera que me escucharas...- Sea agachó. estaban frente a frente a pesar de que ella aún continuaba apreciando la planta que Neville le había dado.

The Ginger's ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora