KEIN

CAPÍTULO 7

CAPÍTULO 7

η χειρότερη μέρα για να αγαπήσεις κάποιον είναι η μέρα που θα τον χάσεις

Ada Walker:

Mi vida ya era espantosa, ¿pero ahora tener un acosador? Era aún más espantoso, yo de todas las personas jamás imagine estar en esta situación, pero yo me la había buscado sola, por no hacerle caso a Beatrix de ir a la policía, no iba a llorar delante de esos dos imbéciles que estaban a punto de torturarnos, no iba hacer una tonta.

Tenía que pensar en cómo íbamos a salir de esta, no había nadie cerca y tardaríamos horas si no es que días en encontrar la carrera o a una persona que nos ayudara.

Beatrix estaba al borde de lágrimas y suplicaba para que nos dejaran libres que no íbamos a decir nada, pero si yo salía de esta iba a ir directo a la policía no me iba a callar más, a la próxima ya no estaremos vivas y yo quería seguir viviendo, aunque sea unos años más. No quería morir en un sucio bosque donde mis padres posiblemente no encuentren mi cuerpo.

Quería volver a ver a Kein y decirle todo lo que siento por él, decirle que no soporto a su mejor amigo, pero lo puedo hacer, le tengo que confesar a mi madre que he descubierto su mayor secreto y estaba molestaba porque mintió, pero quería saber la razón del por qué lo hizo. Quiero saber si mi padre lo sabe o si soy la única en saberlo.

Que quiero echar de la casa a Cecia porque no la soporto en lo más mínimo. Quería decir muchas cosas, pero una en específico: que aún no estaba lista para morir.

—Bueno, ¿quieren que el juego empiece ahora?

—¿Eres tú el de los mensajes? —no sabía que expresión podía hacer porque llevaban máscara—. ¿Tú eres el que me está amenazando con muerte?

Bea me miró extrañada, no le había comentado nada sobre los mensajes para que no se adentrara en esto más. Apenas y había tenido valor para contarle sobre lo de hombres que estaban entrando a mi casa.

—¿De qué mierda habla? —sabía que ese era el de pelo negro con piel pálida, porque su altura lo delataba. Él de la voz robotizada se encogió de hombros—. ¿Sabías o no? —en de la voz robotizada solo bufó.

—No, te he dicho que no vigilo cada paso de ella.

—Pero esa es tu tarea.

—¿Pelearan o nos mataran? —Beatrix preguntó asustada, maldije por lo bajo por lo que había dicho, nadie decía eso en una situación así.

—A ti sí —los dos asintieron al mismo tiempo—, a ella —me señaló—, no.

Comprendí que quería que viera a Bea morir, suplicar por su vida y otras cosas que le iban hacer.

—Pero —dijo el de la piel pálida—, te dejaremos libre si nos hablas de Jack Venn —sí, creo que Beatrix prefería morir antes de contar algo que Jack.

—No —negó ella—, pide otra cosa, pero a Jack no.

—Bueno rubia —el de la voz robotizada sacó un cuchillo y se lo enterró en la cadera, no aparté la vista porque me había dejado en shock, creí que iba hacer una broma, pero resulto que no, que esto era todo menos una broma.

La desataron y le lamieron su pecho, el de la piel pálida le rompió el vestido, aparté la vista cerrando los ojos y el de la voz robotizada vino y se colocó detrás de mí, aún no había olvidado lo que me había hecho. Sostuvo mi cabeza para que viera lo que el de piel pálida le estaba haciendo a mi mejor amiga; pensé en como jugábamos cuando éramos pequeñas, en como salíamos a fiesta con Beis y hacíamos bromas.