VIII
-Leandro, que interesante nombre, ¿Quieres conocer un poco el castillo?, claro si usted quiere.- Deneve lo miro con una sonrisa. No sabía el por qué pero ese joven le llamo mucho la atención.
-Me encantaría, pero no sé si se me permita.- Le devolvió la sonrisa un poco apenado.
-Vamos Leandro, no puedes ser descortés con una princesa.- Interfirió Carlos.
-¡Ho!, Por supuesto que vergüenza, será un placer princesa.
Deneve lo tomo de la mano y casi tirándolo por lo fuerte que lo jalaba se lo llevó. Mientras Lilith se quedó con Carlos se miraron divertidos por lo que acababa de suceder, aquel hombre la ponía nerviosa, pero no lo dejaba notar o al menos eso intentaba. Platicaron toda la tarde, en algunos momentos la distancia era tan corta que Lilith se perdía en esos ojos verdes que la hacían sonrojar pero ella reía rápidamente cubriéndose la boca para tratar de despistar a su acompañante, cosa que a Carlos le parecía agradable y hasta cierto punto le atraía mucho esa peculiar forma de reír.
Llego la puesta de sol y Deneve no aparecía por ningún lugar, al igual que Leandro.
-¿Dónde se habrán metido?.- Lilith se cruzó de brazos preocupada.
-Calme majestad, seguro se habrá emocionado mostrándole su interesante reino al joven Leandro.- Carlos le tomo la mano a Lilith.
-No me puedo calmar, si mi padre llega y ella no se encuentra la regañara y probablemente no nos deje ir.
-Si lo pone de ese modo, hasta yo me empiezo a preocupar.- se rio y la miro a los ojos. Lilith no supo que decir, solo se dejó llevar, por la situación y acerco su rostro lentamente al de Carlos.
-Lamento la tardanza, perdimos la noción del tiempo en el pueblo.- Llegó Deneve corriendo interrumpiendo lo que sucedía.
-¡Deneve!, Agradece que Grettel distrajo a papá si no…
-Si no nada, no pasó nada, ya estoy aquí.- La interrumpió algo molesta.- No está papá, pero es como si lo estuviera cuando empiezas con tus regaños.
-Disculpen damas, no creo que sea apropiado iniciar una discusión, ya que estamos apunto de partir y no sería prudente recorrer un camino molestas, ¿No creen?
Ambas se miraron.- Tiene razón joven Carlos.- Hablo Deneve.
-Lamento que haya presenciado esto.- se disculpo Lilith separando discretamente la mano de Calos para que su hermana no lo notara.
-Pero dígame Deneve, ¿Dónde está Leandro?-Pregunto el joven de ojos verdes.
-Se está cambiando, espero no le moleste, le he comprado un atuendo qué va mejor con el.- Respondió Deneve, sonriendo y guiñando un ojo. Habían pasado toda la tarde paseando por el pueblo, Deneve no para de hablar y bromear, mientras Leandro escuchaba y no dejaba de ver esa hermosa sonrisa.
-Por mi no hay ningún problema, si usted lo desea, quien soy yo para negarle capricho alguno a una dama.
-Eres una descortés, como te atreves a cambiar el uniforme real de alguien que no es siquiera de tu reino.- Se metió Lilith.
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Pendientes
RandomEl amor no es fácil, menos cuando todo está en tu contra por errores del pasado y peor aún cuando no son tuyos. ¿Cuanto tienes que luchar para sobrevivir y amar? **Advertencia es una historia BL (ChicoxChico) si no es de tu agrado por favor no leas*...