XII
-Aun sigo sorprendido, no puedo creer que después de todos estos años, te hayas quedado en este lugar, después de lo que sucedido.- Alfonz bebía de su tarro.
-No tenía más que hacer, ni a dónde ir.- Grettel le sonría desanimada.
-Pudiste regresar con tu padre o irte de aquí y conseguir un lugar tranquilo, incluso... Empezar una nueva vida con alguien.- Esto último lo dijo con algo de vergüenza y arrepentimiento, ya que recordó como Grettel se encontraba tan fuera de si hace unos momentos.
-Bueno pues.- Le contesto suspirando.- Después de lo sucedido con Grettel, me sentía sin fuerzas, no tenía algún hombro en que apoyarme y la información de que tenia acerca de Deneve era nula, desde el momento en el que se escapó me fue imposible saber de ella, y mi padre... Con el, no tenía el valor de verlo a la cara. Después de todo prácticamente la perdida de dos de sus hijas era mi culpa.- dejó caer una lágrima.
-No, basta, no hablaremos de esto si no puedes, tranquila.- Alfonz coloco su mano sobre la espalda de Grettel haciendo que está, limpiará enseguida la lágrima derramada.
-Esta bien, puedo hablar no hay problema, solo que al hablar de ellas y mi padre, puedo ver sus rostros sonriendo una vez más, pero es triste ya que solo es un recuerdo, ¿Sabes?, Nunca he hablado de esto con nadie, hasta ahora, contigo.- Le brindo una sonrisa al hombre de cabello platinado.
-Grr-gracias por la confianza.- Le devolvió la sonrisa.- sabes creo que a tu padre no le hubiera importado, te habría recibido con los brazos abiertos.
-Lo se, pero no es como si hubiera podido hablar con el.- Sonrió tristemente agachando la cabeza y posando ambas manos en sus piernas.- Al poco tiempo que falleció Grettel, mi padre enfermo, no le encontraban cura, al enterarme, viaje lo más rápido que pude a Klagender See, al llegar todo el reino estaba de luto, todos decían que había muerto de tristeza al perder a sus tres hijas.
-¿Pero tú...
-Si, también me hicieron pasar por muerta, cuando se dio aviso de la muerte de "Lilith" mi padre pregunto por Grettel, pero no hubo respuesta, supusieron que ambas hermanas había tenido el mismo destino.
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-Discúlpame, no tenía ni la menor idea.- Kevin abrazo a Eddward con tanta culpa y arrepentimiento.
-Es por eso, que no me gusta hablar del pasado, es donde perdí todo lo que amaba, mis padres, mi hermano, mi casa.-suspiro el azabache.- ... Mi vida.
-¡Ey!, Ahí están, veo que ya son amigos de nuevo.- Llegó Nathan con una sonrisa abrazando por el hombro a ambos.
-¿Q-que sucede?- Pregunto Eddward un tanto nervioso y confundido, por el apego repentino del peliesmeralda.
-¡Ho!, Verás Eddward, hace un rato hablaba con Nathan y me hizo ver que la forma en la que te traté hace un momento estaba mal, no lo merecías.
-Así es.- Nathan tomo mas de cerca a Eddward por el hombro, al parecer el peliesmeralda tenía muy poco conocimiento del espacio personal.
-Ee-ee, bueno.- Trato de hablar Edd ya que sintió vergüenza por el apego de Nathan.- ¿Cómo hiciste para que el testarudo príncipe te escuchará?
-Bueno, no fue difícil, creo que es más por la similitud entre nosotros.- El peliesmeralda le sonrió un poco triste.
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Pendientes
RandomEl amor no es fácil, menos cuando todo está en tu contra por errores del pasado y peor aún cuando no son tuyos. ¿Cuanto tienes que luchar para sobrevivir y amar? **Advertencia es una historia BL (ChicoxChico) si no es de tu agrado por favor no leas*...