CAPÍTULO I

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La puerta era mucho más imponente de lo que nunca imaginó. La madera oscura brillaba, y las bisagras negras le daban una imagen más espeluznante. Algo de luz del interior lograba pasar entre las separaciones, y el ruido que había adentro podía pasar perfectamente como una fiesta.

El miedo a ser rechazada empezaba a acecharla, sabía que no tenía ninguna otra alternativa; era el gremio más fuerte, y aunque no le gustara admitirlo en voz alta, necesitaba de su ayuda, ella no podía sola.

-No te asustes Nashi, ya verás.- Dijo Loki

-Pero tío, y si se niegan a ayudarnos. ¿Qué vamos a hacer?- Decía Nashi alterada, su más grande miedo era ese.

-No hay que apresurarse, primero hay que intentarlo.- Después abrió la puerta con más fuerza de la necesaria, haciendo que esta golpeara fuertemente. Todo el ruido en el lugar cesó rápidamente.

Algunos veían a Loki como si fuera un fantasma. Hace tiempo que no lo veían, desde que ella desapareció de la noche a la mañana. Tenían tantas cosas que querían preguntar, pero nada salía de sus bocas, todos tenían un nudo en la garganta que hacía imposible decir cualquier cosa.

-Pido hablar con el maestro Makarov.- Ahora las miradas fueron hacia la otra figura al lado de Loki, era más pequeña y tenía una capa color tinto tipo medieval que impedía que su cara se viera.

-Desde hace mucho tiempo que dejó el puesto para poder descansar, ¿Quién eres?- Dijo Laxus, acercándose discretamente a Mirajane, no sabía si aquella muchacha era peligrosa y no quería arriesgarse, no ahora que Mira estaba embarazada otra vez.

-¡AHORA QUE VAMOS A HACER TÍO! Él era el que nos iba a ayudar.- Ignorando totalmente a Laxus, Nashi voltio a ver a su tío- Esto no puede estar pasando. Debe de ser un sueño. ¡SI, ESO DEBE DE SER! Nada de esto está pasando.-

-Esto no es un sueño, tranquila lo vamos a solucionar, no entres en pánico.- Decía Loki tomándola por los hombros.- ¿Quién es ahora el maestro? Dudo mucho que Makarov se fuera así cómo así.

-Yo lo soy, ¿Qué es lo que quieren y quién es ella?- Dijo Laxus.

-Tenemos que hablar en privado, ¿Podríamos ir a la oficina?- Hablo Loki.

Con un movimiento de cabeza, Laxus accedió.

-Quédate aquí Nashi, no te vayas a salir, no voy a tardar.- Dijo Loki y fue con Laxus hacia su oficina.

Cuando ambos desaparecieron de la vista de todos, se voltearon hacia la encapuchada. Todos intentaban salir del shock para hacer la pregunta rondaba por la cabeza de todos.

-¿No quieres algo para tomar pequeña? parece que van a tardar mucho tiempo.- Dijo Mira intentando desviar la atención que tenía la chica sobre ella.

-Si no es mucha molestia, me encantaría.- Respondió Nashi acercándose hacía la barra y sentándose en uno de los bancos que estaban desocupados.

-¿Qué es lo que se te antoja pequeña? Puedo hacerte cualquier cosa.- Decía Mira siendo amable.

-Lo que sea está bien, no soy quisquillosa con la comida.- Se quitó la capucha ya que le estorbaba para poder beber a gusto el batido de fresa que Mira le había dado.

El gremio entero no podía salir de su asombro. Aquella niña era casi la réplica exacta de Lucy, solo aquellos ojos jade las diferenciaba. Su cabello largo y rubio, tan lacio como Lucy lo tenía. Pero en vez de esos ojos color chocolate, tan calidos y expresivos, tenía unos hermosos ojos color jade.

Poco a poco, murmullos empezaron a formarse y Nashi empezaba a incomodarse. Intentó volverse a poner la capucha, pero alguien logró evitarlo.

-Perdona a estos brutos- Dijo Erza haciendo su voz más tenebrosa en el "brutos"- Lo que pasa es que te pareces muchísimo a alguien que pertenecía a esta familia y se fue.

Fairy Tail- The return of a FairyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora