Eran alrededor de las 3 de la madrugada, el silencio reinaba en todos los rincones del palacio, solo siendo este perturbado por el silbido de la brisa y el cantar de los grillos. Normalmente, todos en palacio se habrían abandonado a los brazos de morfeo, sin embargo, aquella era una noche singular, y en particular para Kyle, pues aun si todo aquello que debía proteger no estuviese al borde del colapso, le sería imposible dormir a causa de una insoslayable presencia que por más que lo intentaba era incapaz de ignonar.
Trató por todos los medios de concentrar toda su atención en la voz del Almirante Leopold y en su estrategia de defensa, pero sus sentidos se habían vuelto hipersensibles a cada acción, movimiento o incluso maldita respiración de su indeseado huésped.
Era indignante, el cuarto en que le habían alojado estaba un piso por debajo del estudio en el que se encontraban y aún así podía sentir claramente como aquel omega inspeccionaba la estancia dando vueltas por esta, como se sobresaltó cuando algún criado entró para dejarle nuevos ropajes, hasta fue capaz de sentir como el visón que vestía se deslizaba por su piel y caía al suelo mientras se cambiaba.
El enloquecedor aroma del omega se hizo más intenso a causa de su desnudez y Kyle apretó los dientes mientras hacia todo lo posible por no perder el control.–¿Su majestad? –El repentino llamado del Almirante Leopold le sacó de la abstracción en la que había entrado sin poder evitarlo.
–Lo lamento, continúe Almirante, le escucho.
–No debes preocuparte Kyle, Leopold y yo estamos vigilando los movimientos del omega. –Sin comprender completamente la razón de su ansia, Stan falló en su intento de tranquilizarle, y su incredulidad debió de reflejarse en su rostro pues el Almirante Leopold intervino.
–Se que puede parecer imprudente dejar a ese omega sin vigilancia alguna, pero en este momento es lo mejor su majestad, por lo menos hasta que descubramos sus intenciones. Él es un omega dominante, por lo que puede controlar sus feromonas a placer, si se lo propusiese, podría poner de rodillas a cualquier alfa común, solo un alfa dominante puede hacerle frente, y los únicos alfas dominantes en la zona se encuentran en esta habitación.
–¿Ya lo sabes verdad? Si no quieres haga daño a tus sirvientes será mejor mantenerlos lo más lejos posible de él. ¿Tu también lo sientes no? Sus feromonas son muy fuertes y juegan en su contra. Solo su olor basta para determinar su posición, y por lo que puedo notar por ahora no se ha movido.Por supuesto que sabia perfectamente bien todo aquello, pero sin sentirse realmente más tranquilo, Kyle asintió con la cabeza evasivamente mientras observaba contrariado la actitud serena de los otros dos alfas ¿Acaso era él el único afectado por el aroma del omega?
–... la defensa deberá concentrarse en las zonas costeras del sur, ya que la frontera en Baran Nik es estratégicamente inabordable.
–Estoy de acuerdo con Leopold, de cualquier forma, no debemos preocuparnos por un ataque a corto plazo.
–Cierto, con ese omega como rehén, sea quien dice ser o no, cualquier ataque sería predecible y arriesgado.Aliviado por recibir por fin información medianamente tranquilizadora, Kyle se permitió relajar su postura, pero entonces, pudo notar como el omega se acercaba a la puerta de sus aposentos para seguidamente abrirla y salir.
–Ha escapado, esta rondando por los pasillos. –Levantando el tono de voz involuntariamente, Kyle sintió como su cuerpo se agitaba y apretó los puños intentado apaciguar algo en su interior, algo de cuya existencia nunca había sido consciente, algo que le instigaba a buscar a ese omega para encerrarlo donde no pudiera escapar y donde tan solo él le pudiera ver y tocar y poseer... Reprimiendo una maldición, Kyle empujó esos pensamientos fuera de su cabeza.
Stan se giro para mirarlo con extrañeza.
–Sigue en la misma área, tranquilizate.
–Te digo que ha salido de la habitación, ahora mismo voy a-
Justo cuando hizo el ademán de levantarse, Leopold se acercó a él y colocando la mano sobre su hombro respetuosamente le retuvo en su sitio.
–No se preocupe su majestad, yo me encargaré ¿se ha alejado mucho de la estancia?
–No, esta dando vueltas por los pasillos en dirección al ala oeste.
Sin más dilación y con una leve reverencia, el Almirante se marchó de la habitación rápidamente dejando solos a ambos príncipes y Kyle tuvo que reprimir el impulso de detenerlo, la idea de que otro alfa fuese al encuentro de su omega le enfurecía y enlquecía, su instinto le decía que no permitiese que ningún alfa se acercase a su omega; pero esa pequeña amenaza no era suyo, era uno de los culpables de la muerte de su padre, debería querer verlo muerto, en cambio, quería protegerlo, hacerlo suyo y matar a cualquier alfa que se atraviese a mirarle siquiera. Realmente sintió que estaba perdiendo la cabeza y no supo de donde sacó la fuerza para mantener la compostura.
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Los ojos de un Omega
FanfictionUna amenaza de guerra asola al reino de Elven tras el asesinato de su monarca. Kyle, el príncipe heredero, habrá de enfrentarse a duras decisiones, sacrificios y traiciones; pero toda tormenta culmina en un bello claro... ¿o no? Si la pasión y el am...