Arno: Sei

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Lo conocí en un punto crítico en mi vida, mi familia estaba desmoronada, mi padre se había marchado, de nuevo; él era muy dulce y amable, al menos la mayoría del tiempo. Era arquitecto y tenía mucho dinero, aunque en realidad eso nunca me importó.

Debí darme cuenta de muchas cosas, pero estaba enamorado o al menos eso quise creer, era mejor tenerlo a él que no tener nada en lo absoluto. Cuando recuerdo aquellos días me pregunto como pude ser tan inocente o tonto, tal vez ambas, pero cuando sientes que te quedas sin nada y hay una sola rama a la cual aferrarte, lo haces sin importar cuantas astillas se te claven en la piel.

Nunca comienza con grandes cosas, siempre va escalando, primero fueron pequeños comentarios acerca de cómo lucía con la ropa que vestía, “Yo solo digo, es por tu bien” y le creí; luego por como hablaba y me desenvolvía con la gente que estaba a mi alrededor “Solo digo que tal vez puedan pensar que eres algo... fácil, no me malinterpretes, lo digo porque te amo. Lo sabes ¿verdad? Estoy tratando de cuidarte”. Volví a creerle; luego empezaron los celos, me acusaba de cosas que yo no hacía, incluso para demostrarle que le era fiel me mudé con él “Aquí vas a estar seguro, no tienes que preocuparte por nada” no tuve mas opciones de todos modos y la única opción disponible además de esa yo no quería tomarla, me alejé de mi familia y amigos, hasta que me quedé completamente solo, a merced suya.

Nunca se emborrachó, creo que esa fue la peor parte de todas, darme cuenta que no necesitaba estar bajo el efecto de ninguna sustancia para hacerme lo que me hizo, que sólo lo hacía porque era yo quién estaba allí, era yo quién había perdido todo con tal de tenerlo a él, habría sido mas fácil aceptar que lo hacía excusándome con que “estaba borracho”, y no culparme por todo a mi mismo.

Empezó con palabras, acusadoras, me llamó de muchas maneras, y luego regresaba arrepentido a pedirme perdón, y lo perdoné, una y otra y otra vez aún si mi corazón estaba destrozado.

La primera vez que sucedió yo estaba en la terraza mirando hacia la calle, hacía semanas que no salía del departamento ni tampoco hablaba con nadie más que él y el vecino de un lado cuando regaba sus plantas y nos encontrábamos afuera, todo había estado tranquilo, hasta ese momento. Cuando llegó arrojó sus cosas al sofá y fui a saludarlo.

“¿Tú piensas que yo soy imbécil?”

No entendí y no me dio tiempo de hacerlo, su mano ya había golpeado mi mejilla, debido a eso yo terminé en el suelo. Tardé un momento en entender que había pasado, me levantó a la fuerza y empezaron las preguntas, recordarlo aún me da escalofríos.

Sus ojos furiosos, su tono de voz, nunca había sentido tanto miedo. No sería la única vez, a veces pasaban días enteros sin que nada pasara y en otras ocasiones era casi diario, ya no bastaban las palabras. Nunca me atreví a pedirle que parara ¿Qué habría pasado? ¿Me habría dejado en paz o hubiera sido peor? No se contenía, yo podía sentirlo y creía que, si alguna vez me mataba, eso sería lo mejor que podría pasarme.

Pero eso no pasó, alguien jamás se olvidó de mi a pesar de que yo fui obligado a casi olvidarme de él: Nym.

Nym me salvó, nunca dejó de intentar buscarme hasta que lo consiguió, llegó al departamento de alguna manera milagrosa, cuando abrí la puerta y lo vi allí afuera me miró con una sonrisa, nos abrazamos y lloré tanto que me quedé sin mas lágrimas que derramar. Todo me dolía pero no podía separarme de él, habían pasado casi cinco meses, pero había parecido una eternidad. Me sacó de allí, tuve miedo, ¿qué haría? ¿Como volvería a casa? Pero no me dejó hacerme esas preguntas porque allí estuvo él, siempre estuvo. Cuando las personas dicen que tienen al mejor amigo del mundo es porque no saben de que hablan, si el mejor amigo del mundo lo tengo yo. Me dio su propia fuerza, me defendió, me dio confianza y me ayudó dejando que todo aquello se convirtiera en un recuerdo tenebroso pero que no definiría el resto de mi vida.

Viví unas semanas con Nym y su novio antes de volver a casa, mi madre no se rehusó a recibirme de nuevo, dijo que la familia siempre es familia, pero nunca supo lo qué pasó. Nadie mas que Nym lo sabe, Sauron medio lo intuye y yo lo callo para el resto del mundo.

Meenwood: The Little BirdsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora