Capítulo: Las reglas.

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Noticia:  La cárcel del condado de San Diego registra la fuga de presos tras la manifestación de la Red fog del día 10 de marzo. Autoridades relatan que la estancia se encontraba en un estado deplorable, "una masacre" la definieron algunos miembros de la policía.

25/marzo/2025
5:09 p.m.

Raúl y yo salimos a ver que pasa afuera.

—Pero que mierda... —Raúl exclama mientras me toma de la cintura y me hace a un lado.

Personas están disparando a los militares que han llegado, la explosión que oímos fue una camioneta que la gente explotó. Gritos, explosiones, fuego, sangre es la imagen que se aprecia en este momento en las calles.

—Vámonos— los dos corremos en dirección opuesta al caos.

La casa está muy cerca de todo el alboroto y quedarnos ahí es una muy mala idea. Por lo rápido que va Raúl mis pasos son muy torpes, así que me agarra de la cintura para casi llevarme cargando para avanzar más.

Nosotros no nos detenemos hasta una explosión mucho más grande hace que caigamos al piso. Aturdida y con un zumbido en los oídos, miro a todas partes buscando a Raúl. Mi vista es un poco borrosa, mi cuerpo me duele demasiado no puedo moverme.

— Raúl — intento gritar, pero solo me sale un pequeño llamado muy débil.

Mi vista viaja a todos lados, buscándolo, pero la neblina rojiza hace aparición y esta vez de una manera mucho más rápida.  Eso parece activar todos mis sentidos que me hacen de alguna manera ponerme de pie y correr un poco descoordinada. Huyendo de la niebla la cual parece querer encerrarme porque avanza con más rapidez por los costados.

Mierda.

Corro, sin parar, sin saber dónde diablos está él.

Por estar volteando hacia atrás me tropiezo con una piedra que se encuentra en el camino y por más que trato de pararme me es imposible por el pie que me duele bastante. Quiero levantarme, pero caigo de nueva cuenta al intentar avanzar. Volteo para darme cuenta de lo que es evidente, la cosa roja vine y me está rodeando.

Mierda, mierda y mil veces mierda.

Queda poco para que llegue a mí, pero entonces se detiene, se queda quieta delante de mí y como si hasta ahí fuera su límite empieza a desvanecerse poco a poco, llega punto en el que se puede apreciar la cantidad de rosas negras que han crecido.

Belleza Letal (primer libro) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora