—No entiendo por qué te moletas.
—No tienes que entender nada. — dije lanzando mi bolsa lejos.
—No seas grosera. — dijo mi madre en un tono serio y suspiré sintiéndome cansada.
—Lo siento, mamá, sólo... ¿me puedes dejar sola? — Le dediqué una mirada a Joe, el jefe de seguridad, para que hiciera lo mismo.
En cuanto estuve a solas llamé a Nina.
—¿Qué pasa? — dijo agitada.
—¿Estás ocupada?
—Pilates, dime.
—¿Podemos vernos?
[...]
—No entiendo por qué te moletas.
—¿Tú también? Es normal que esté molesta. Se trata de Lauren con otra mujer.
—Corrección, se trata de tu ex mujer y su nueva novia. —Mordí el interior de mi mejilla sintiendo la ira en mi interior al recordar las imágenes de Lauren con aquella rubia escuálida. —¿Quién te entiende? La dejas y luego reclamas si la ves con otra.
—No me molesta que salga con otras mujeres, me molesta que lleve a Dylan. Nuestro hijo no tiene porque andar en sus cochinadas. Ella tiene que respetar el tiempo que tiene con él y no dedicarse a... conocer modelos.
—¡Dios, Camila, ellos solo paseaban en un parque, no exageres! Hasta parecían una familia feliz. Lauren se veía bien, mucho mejor desde la ultima vez que la vi, y Dylan también parecía pasar un buen rato.
Negué. No, no, y no.
—Hablaré con ella.
—¿Irás a verla?
—Si es necesario...
—No crees más problemas, Camila. Lauren parece recuperarse, solo... déjala ir.
Mi respiración estaba agitada. No me gustaba lo que sentía.
¿Dejarla ir? Ya lo había hecho, ¿no?.
Aunque los papeles aún no estaban firmados, el divorcio era un hecho.
—No le costó mucho irse. — Dije saliendo de la sala para subir a mi dormitorio.
[...]
—No es necesario que me anuncie. — dije intentando entrar a la oficina de mi ex mujer.
—Señorita, Camila, son ordenes de la señorita Jauregui. Deme unos segundos.
Resoplé molesta, pero tenía sentido. Yo ya no tenía privilegios en esta compañía.
Me dediqué unos segundos a pensar si acaso aquella mujer podría pasar directo a su oficina o también necesitaba ser anunciada.
—Puede pasar. — Asentí y respiré profundo antes de entrar.
—¡Mami! —Dylan vino corriendo a mis brazos.
—Bebé, ¿qué haces aquí, no fuiste a clases? — Pregunté mientras llenaba de besos su cara.
—Mamá fue por mí. — Alcé una ceja viendo a Lauren.
Lucía hermosa como siempre. Sentada en aquella silla con gran respaldo y con esa postura poderosa me encantaba. Mantuve fija mi mirada en ella esforzándome por disimular cualquier rastro de nerviosismos. Sentía mi pecho latir descompasado y quité la mirada luego de varios segundos. Aquellos ojos eran distintos.
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Relatos CAMREN
ФанфикIré publicando un serie de Breves relatos Carmen. Espero lo disfruten. 😉