if the destiny wants | BrightWin au

'58

📅 June, 11th

🕓 Después del partido.

Tenía que ser sincero consigo mismo.

Aquel era el viaje en coche más silencioso de su vida, pero eso no quiere decir que el más incómodo, al contrario, ¿Cómo estarlo si la deliciosa fragancia de shampoo de coco que desprendía la cabellera del cantante estaba directamente hacia su nariz?

Simplemente, un deleite para Bright.

Sus dedos se encontraban entrelazados, con los pulgares de ambos acariciando sus respectivos anillos de promesas, Win descansando su cabeza sobre su pecho. Él se estaba deleitando con el relajante sonido del "un tanto acelerado" ritmo cardíaco del mayor. 

En sus rostros, ambos llevaban unas sonrisas verdaderas, unas que no se había dejado ver por varios días.

Sí, tenían que aclarar muchas cosas. 

Todo era muy confuso. Ambos se habían prometido no actuar desesperados uno frente al otro si se encontraban, algo en lo que fallaron al ya haberse besado y mimado sin aclarar la situación y aún estando "en el tiempo".

Sí, los jóvenes enamorados mandaron eso al demonio.

¿Orgullo? Se encontraba en Narnia.

Al llegar al hotel donde se estaría quedando el menor, ambos bajaron rápidamente por el estacionamiento subterráneo, decidiendo ir a la piscina que había en la azotea del gigantesco lugar.

Minutos después, el menor se encontraba sentado al borde de aquella gran alberca, con los pies dentro del agua y la cabeza del mayor descansando sobre sus muslos, mientras acariciaba el aún mojado cabello del futbolista.

— Entonces, Winnie. Creo que tienes algo que decirme. —la mirada del cantante bajó hasta ver la intensa mirada café que lo escudriñaba. Hizo una sonrisa de lado, que salió más como una mueca.

— El lunes 31, Joss me había citado en una cafetería en el aeropuerto de París. No sé cómo acepté, aún me lo pregunto la verdad. —la mirada del capitán era de total acuerdo con él. —Bueno, la cosa es que le dije que sí, nos reunimos... —un suspiro sonoro salió directamente de sus pulmones.

— Me pidió que sacara, removiera, eliminara, liquidara "Queen", por que le estaba manchando su reputación y que había perdido un contrato con BOSS Men y no sé que marca más en menos de 24 horas por mi canción.

Bright se levantó de las piernas del menor en ipso-facto, mirándolo totalmente confundido.— ¿Qué?

Una risa salió de los labios del cantante.— Créeme, quedé igual. Obvio le dije que ni en joda lo hacía pero también estaba claro que él no se iba a quedar sin hacer nada, así que me amenazó. —dijo alzando sus hombros, tratando de restarle importancia.

Los orbes marrones del futbolista se abrieron a más no poder.— ¿Qué? ¿Amenaza? ¿Qué tipo de amenaza? —su preocupación afloró. Win sonrió, alzando una de sus manos y acariciando su mejilla.

— Hey, tranquilo. No pasa nada. En sí, la amenaza no fue para mí... —su mano cayó, al igual que su mirada se apartó, fijándola en sus pies que ya se estaban volviendo como pasas.— Fue para ti.

Aquellas palabras, Vachirawit nunca pensó escucharlas.— ¿Q-Que? —estaba aún más confundido.

— Me dijo que si no lo hacía, iba a mover sus contactos para hacer lo que sea para terminar con tu carrera futbolística. Y antes de creerle, averigüé si aquello era posible y oh, sorpresa, si lo era, causando que me asuste más. Tuve miedo de que en verdad lo haga, ¿sabes? Después de todo, el fútbol es tu pasión, te encanta hacerlo. He visto como juegas, dejas tu alma y corazón en cada partido, sea uno amistoso o clasificativo, tu mirada brilla al correr detrás de la pelota, yo... yo simplemente no podía dejarte sin aquello que tanto amas. No me veía como el causante de eso, la idea de que tu pareja te deje sin tu pasión me martilló la cabeza por días, sintiéndome culpable sin que pase nada aun, fue por eso que te pedí tiempo. —las palabras salieron atropelladas una tras otra de la boca de Metawin, dejando sorprendido al capitán, que a pesar de todo, lo había entendido a la perfección.