if the destiny wants | BrightWin au

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'~ apagar teléfono.

Bright dejó su móvil a un lado. Él mismo sabía que no era de las personas más puntuales del mundo, pero de verdad no quería cantar—y tenía sus propias razones para ni siquiera intentarlo, y no, no era por su técnica vocal—.

No lo malinterpreten, le encanta hacerlo, pero no frente a muchas personas. Y aquella iba a ser la inauguración de la liga de fútbol más importante de toda Tailandia—incluso de Asia—.

El equipo ganador se iba a enfrentar a los demás clubes ganadores de todos los países asiáticos, y el ganador de todos ellos, se coronaria como el mejor club futbolístico de todo el Oriente.

Suspiró y se prometió a sí mismo que llegaría lo más temprano posible.

Terminó de arreglar sus zapatillas y salió al campo. Ahí ya se encontraba todo el equipo junto al entrenador, quien le miraba serio.

Abrió la boca para pedir una disculpa por su tardanza—como casi siempre—, pero el mayor movió su cabeza, negando. Aquella expresión hizo sentir mal al capitán del equipo.

—El día de hoy el entrenamiento va a terminar a las 11 a.m. Como dije, el cantante va a venir a ensayar hoy, va a reconocer el espacio y otras cosas más que no entendí, eso fue lo que dijo su mánager. Pero eso sí, va a ser solo por hoy, así que mañana recuperamos la horas que vamos a perder hoy.—algunos jugadores ya habían empezado a celebrar, pero al escuchar lo último, sus rostros se desfiguraron, perdiendo toda la emoción inicial. Asintieron con un suspiro y frunciendo sus labios.—Muy bien, con eso dicho, iniciemos el entrenamiento.

La ronda se dispersó, yendo a sus sitios habituales en la cancha.

El entrenador se acercó a Bright.—Ya estás advertido.—mordiendo su labio, el menor asintió.

Tenía que cambiar su mal hábito de impuntualidad.