𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒 𝐔𝐍 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎 𝐏𝐄𝐋𝐈𝐆𝐑𝐎𝐒𝐎. ~Edward Nygma~

Capítulo 28: HASTA PRONTO.

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— STRANGE, STRANGE HIJO DE PERRA VEN AQUÍ.
Los gritos de tu compañero se escuchaban en todo el lugar mientras se removía de su asiento.
Jim giró a verte bastante extraño. Y si, estabas bastante seria mirando al suelo.

— Oye, ¿estás bien?
Te preguntó preocupado. Levantaste la mirada y lo viste.

— Si, si, estoy bien. Solo que estoy pensando en todas las maneras en las que podría asesinar a Hugo.
Dijiste sonriendo.
Este asintió no muy convencido y quito su mirada de ti.

— Estaremos bien. Saldremos de aquí todos.
Te dijo. Tu solo asentiste.
La puerta rápidamente se abrió de golpe dejando ver a Hugo nuevamente.

— Hola.
Saludó.

— Oh, justamente estábamos hablando de ti.
Dijiste sarcástica mientras sonreías lo que hizo que Jim te diera una mala mirada. — ¿Y eso que es?
Preguntaste al verlo preparando algún tipo de inyección. Jim también giró al verlo.

— El suero de la honestidad. Tengo que saber lo que su compañero sabe.
Y al decir esto, Strange se dirigió a Jim y colocó la aguja en su cuello.

— No.
Gritaste de golpe. — ¿Por qué tienes que ser tan hijo de perra?
Preguntaste molesta mientras veías a Jim drogado. Hugo sólo te ignoró. — Jim! Jim! Jim!
Lo llamaste pero este no reaccionaba a tu llamado.
Hugo comenzaba a hacerle preguntas hasta llegar a la parte del plan.

— Jim, no!
Este continuaba explicando paso a paso el plan. — Jim, reacciona porfavor!
Dijiste tratando de golpearlo. — STRANGE YA BASTA!

— Lo siento señorita, pero es parte del suero.
Gritaste muy muy frustrada mientras soltabas maldiciones y te removias de tu asiento.
Jim comenzaba a reaccionar un poco después de decirle el plan. Aún estaba aturdido por el sueño pero un poco más consciente.

— Ustedes ya se reportaron con la policía así que ya pueden relajarse.
Gritaste aún más molesta. Jamás habías estado tan molesta hasta ese día. Deseabas asesinarlo ahí mismo.
Hugo comenzó a hacerles preguntas personales a Jim hasta preguntar por Lee Thompkins.

— ¿Aún la ama?
Preguntó STRANGE a tu compañero.

— No lo sé.
Respondió. — No lo sé.

(...)

Unas voces a sus espaldas se hicieron presentes. Tu estabas un poco más consciente que Jim, ya que sólo te habían sedado un poco.

— Jim.
Lo llamaste. Este despertó un poco y señalaste con tu cabeza hacia tras. Lucius y Bruce estaban a sus espaldas.

— Creía que habían muerto.
Admitiste un poco más tranquila. Ambos se pusieron de pie y se dirigieron hacia ustedes desatandolos.
Jim contó a Bruce todo lo que admitió a Hugo. Después continuó diciendo cosas incoherentes. A ti solo te daba vuelta todo mientras tratabas de controlarte.