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Sofía estaba casi saltando de felicidad mientras iban a buscar el dron

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Sofía estaba casi saltando de felicidad mientras iban a buscar el dron.
Prácticamente lo robarían.

-Hey.- ambas chicas voltearon ante el llamado de John B. -No se preocupen, ustedes pueden.- sonrió con confianza, aunque iba más para Kie.

Kiara y Sofía compartieron miradas.

-No estamos preocupadas por nosotras.- Kie le sonrió con burla.

Sofía tomó la mano de Kie y entrelazó sus dedos. Antes de que pudieran acercarse, la rubio-fresa dejó de caminar.

-¿Qué pasa?- Kie la miró con el ceño fruncido.

-Antes debo hacer unos pequeños retoques.- murmuró soltando por un momento su mano.

Estiró su remera hacia abajo y acomodó más arriba el corpiño, haciendo resaltar su escote.
Subió más sus shorts y alborotó levemente su pelo.

-Ahora sí.- Sofía sonrió, volviendo a entrelazar sus dedos.

-¿Hola?- exclamó Kie, intentando llamar la atención del seguridad. -¿Disculpe?

El guardia salió rápidamente al verlas.

-¿Puedo ayudarlas?- el hombre las miró con el ceño fruncido.

Sofía evitó rodar los ojos y el impulso de querer escupirle al ver sus ojos pasar por su cuerpo, escaneandolo.
Los hombres seguían siendo igual de estúpidos que siempre.

-¡Hola! Tengo un neumático pinchado..- Kie sonrió con amabilidad.

-Quería saber si podría ayudarnos.- Sofía intentó poner su mejor cara de inocente, mirándolo con ojos de cachorrito.

El hombre las miró con duda.

-Sí.- aceptó finalmente.

En eso que el guardia iba y volvía, Sofía dejó de retener el aire que usaba para parecer una modelo de plástico, encorvandose ligeramente y soltando un suspiro de alivio, dejando salir sus rollitos.

-Mierda, los extrañé.- palmeó sus rollitos, mirándolos tristemente.

-¿Le hablas a tu estómago?- Kie la miró con diversión.

-¿Tú no? Mira: este es de jamón y queso, este de ricota, este de verduras, este de..

-Viene otra vez.

Sofía se puso rígida como una tabla, casi sin respirar para volver a ser una Barbie.

-Es esta de atrás, debe haber sido una fuga lenta o algo así.- habló Kiara mientras Sofía caminaba delante del hombre con un sutil movimiento de caderas, nada exagerado.

-¿Quizá estuvo demasiado tiempo en el patio?- revisó la supuesta goma pinchada, intentando encontrar una respuesta.

-Sí.- Sofía asintió, acercándose un paso más a él.

Daddy Issues •Outer Banks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora