En donde una argentina causa estragos entre el grupo de amigos.
JJ Maybank x female oc
Fanfic basado en la serie Outer Banks.
Nada me pertenece excepto personajes creados exclusivamente por mí.
Prohibida cualquier copia y/o adaptación de la historia.
"Pero cuando me contaste la historia completa, tuve ganas de vomitar."
-The Neighbourhood.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SOFÍA TENIA MIEDO DE ENTRAR A SU CASA, su padre no había dicho nada desde que llegaron. Y eso era lo que más le preocupaba. Tenía miedo de que entrara en otro ataque de nervios, y no sabía lo que sería capaz de hacer.
-Ahora sos delincuente, ¿no?- Matías rió sarcástico mientras se servía vodka en un vaso.
-Papá, te juro que lo voy a pagar yo, algo voy a hacer para conseguir la plata y..
-Callate.
-Yo sé que mamá no habría querido verme así, ella habría querido verme yendo a una escuela, teniendo un título y..
-¡Te dije que te calles! La puta madre, que ganas de sacar a esa mujer en todas las conversaciones que tenemos. ¡Dejate de joder con Mariana! Está muerta y no va a volver. Y si estuviera viva, le importarías una mierda.- Matías se tomó todo el trago de una.
-No es cierto, mamá me quería.- los puños de Sofía se apretaron.
-Te quería bien muerta. ¿Por qué te pensas que se mató? La arrastraste a un mundo que ella no quería vivir.
~•~
Bueno. Veamos un poco la historia se Sofía.
Mariana, después de un mes y medio, se había enterado que estaba embarazada. Se sentía aterrorizada, no estaba preparada para criar a una persona cuando apenas se puede cuidar a ella misma. Y Matías, al igual que Mariana, no quería ese bebé.
Así que, ella no tardó en tomar una píldora abortiva. Pero la pastilla no iba a hacer efecto, ya tenía como un mes y medio de embarazo. Y la pastilla era hasta las tres semanas. Y evidentemente no podían practicar un aborto. En ese tiempo era ilegal, y costaba muchísimo.
Entonces tuvieron a la niña. Sofía.
Pasaban los días, cada vez faltaba más dinero y comida. Las deudas se acumulaban cada vez más, y la casa parecía caerse a pedazos. Aún así, Mariana y Matías siempre mostraron una sonrisa frente a su hija. Le enseñaron lo que era el amor y el cariño, a pesar de que tuvieran tan poco.
Todo venía muy bien. Sofía era feliz. Pero no siempre es todo como queremos. Mariana había empezado a marchitarse, igual que una flor. La depresión la golpeó fuertemente. Lloraba a la noche, sonrisa falsa de día, infelicidad creciendo a cada minuto. Ya no le importaba lo que sintiera su hija o su esposo.