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Ya había anochecido desde los acontecimientos del papá de Sofía

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Ya había anochecido desde los acontecimientos del papá de Sofía.
Cualquiera estaría llorando, tirado en la cama, ahogándose en alcohol o estando solo.
Pero Sofía se estaba cagando de risa con los chicos.

¿Estaba bien? No.

¿Lo iba a demostrar? No.

¿Los chicos pensaban que había que meterla en un psiquiátrico? Sí.

-Entonces, ¿cuál es el plan?

-Necesito que le des esto a Sarah.- John B le extendió un sobre a Sofía.

-¿Sarah Cameron?- la latina lo miró con una ceja levantada. -No, gracias.

John B rodó los ojos y le tendió el papel a JJ.

-¿Puedo leerlo?

-No, no puedes.- John B le pegó un manotazo cuando JJ intentó ver.

-¿Quién es Vlad?- Sofía miró a John con malicia. -Noo, amigo, ¿'tas saliendo con la milipili de Sarita la huerfanita?

-Dios, ¿alguna vez escuchan?- John B aceleró el paso, esquivando el tema.

-Espera, ¿coqueteas con Sarah Cameron?- JJ compartió una mirada cómplice con Sofía al entender sus palabras.

-¡¿Te callas?!

-¡Coqueteas con Sarah Cameron!- Sofía rió mientras se lanzó a la espalda de John B.

John B soltó un grito agudo cuando casi se caen.
Casi.

-Está bien, chicos, lo hago por todos.- John B los interrumpió, sosteniendo a Sofía de las piernas para no caerse.

Y aunque John B no se diera cuenta de un detalle, Sofía sí.
El mantenía sus brazos debajo de sus piernas, pero sus manos no la tocaban, estaban cerradas como puños.
Sofía sabía que esto era para no incomodarla o tocarla sin su consentimiento. Y aunque se conocieran desde hace mil años, John tendría siempre el mismo respeto hacia su amiga.
Y Sofía lo amaba por eso.

-¿Qué?- exclamó a la defensiva cuando ambos chicos se callaron.

-Nada. Gracias por aportar al grupo.- se burló JJ.

Sofía quiso arrancarse los ojos cuando JJ se puso la camisa arriba de su remera.
¿Qué clase de falta de respeto era esa?
Se bajó de la espalda de John B cuando el chico le dio una palmadita en la pierna.

-¿Podrías quedarte quieto?- John B le colocó la corbata a JJ. -Sofi, en el bolso hay un vestido para ti.

Sofía se hizo la loca.

-Sofía, no te hagas la boulura, sé que me escuchaste.

La rubio-fresa bufó mientras agarraba el bolso.
Metió la mano y sacó la primera prenda de ropa que tocó.
En su mano había un sencillo y precioso vestido negro.
Que seguramente costaba más que su vida.

Daddy Issues •Outer Banks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora