2: La feria

153 18 5
                                    

Luca recargo su espalda en la pared sonrojado, para luego sentarse lentamente en el piso cubriendo su cara con ambas manos. ¿Así eran los besos? Le había gustado mucho, pero comenzaba a preguntarse dónde había aprendido eso Alberto.

Para no perder más tiempo, busco en su armario cualquier cosa, para terminar usando un suéter verde turquesa con líneas amarillas sobre una camisa blanca plana. Se miró un poco en el espejo, arreglándose el cabello rápidamente.

Al darse cuenta de que se había sonrojado, se dio unas palmaditas en la cara antes de salir de su cuarto, bajando las escaleras para encontrar a Alberto mirando las fotos que colgaban en las paredes. Miraba una foto de Luca de 13 años, con un uniforme escolar al lado de Giulia, quien estaba vestida igual.

Alberto sintió de repente unos brazos alrededor de su cintura, seguido de Luca recargando el mentón sobre su hombro.

—Es del primer día que fui a la escuela, cuando apenas llegué a Génova.— dijo en voz baja.

—Me hubiera gustado verte.— sonrió un poco para voltear y mirar a Luca.— me alegra que hayas podido estudiar.— pellizco un poco su mejilla, haciendo reir al menor.— ¿Nos vamos?

Luca tomó la mano de Alberto después de asentir, y ambos salieron de la casa hablando de cosas sin sentido, dirigiéndose al centro de la ciudad.

Al llegar, se encontraron con varios edificios muy grandes, una fuente al centro de la plaza y mucha gente, se podían ver puestos con juegos y olía a comida, además, había música por todos lados y un ambiente festivo.

—Wow, ¿Hacen esto seguido? — A Alberto le brillaban los ojos con las luces de la ciudad, a Luca le pareció adorable.

—No en realidad, pero hay un festival de otoño ahora, lo hacen cada año.— le sonrió.— ¿Hay algo que quieras ver?

—¡Si! ¿Qué es eso?— Alberto se acercó a un puesto de pizza, jalando a Luca detrás de él.

—Es pizza, no has probado la pizza en todo este tiempo?

—¡Si!.— dijo animado, para darse cuenta de que en realidad no la conocía.— No, no la he probado.— rio rascando su nuca.

Luca compró dos rebanadas de pizza, dándole una a Alberto, quien la comió rápidamente.

—Pero la tienes que saborear, ¡No te la tragues!.— Luca se rió de Alberto, para luego compartir de su propia pizza, el moreno aceptó gustoso, dándose el tiempo para comer apropiadamente esta vez.

Ambos recorrieron varios puestos de la calle, Luca le explicaba algunas cosas a Alberto, recordando cuando era al revés, riendo por la ironía. Cuando estaban juntos, las risas les salían naturalmente, si los veias ahora, no podías ni siquiera imaginar que hace unas horas ambos estaban estresados e incómodos.

Alberto se había mareado en el tren, aparte de estar incómodo y asustado la mayoría del camino, ya que nadie lo había acompañado y era la primera vez que se subía a un tren, sin embargo, al llegar a la estación y ver a Giulia esperándolo, sintio que habia valido la pena, estaba feliz de verla, aunque si quería ver a Luca, ambos apreciaban mucho a Giulia.

Sin embargo, mientras más se acercaban a la casa de Giulia se emocionaba más, sabiendo que  vería a Luca. Al escuchar la voz de este hablando con Giulia casi puede sentir que su corazón salía de su pecho. Al verlo sintió una emoción indescriptible, aún más cuando el menor cambió su cara de cansancio por una de felicidad, sintió que había valido totalmente la pena marearse y asustarse en el tren.

Una voz femenina los sacó a ambos de su burbuja.

—¡Luca! .— Una chica con el cabello largo y rubio que usaba un vestido azul se acercó a ellos.

Una semana en Genova- Alberca/ Luberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora