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☻ veintiséis ☹

-¿Brooke? -lo vi entrando a la habitación, con una radiante sonrisa

-Oh, creí que estarías trabajando -dije y negó con una sonrisa

-Decidí quedarme un tiempo, ya sabes, no podría tener la mente tranquila sabiendo que estás aquí -dijo y se sentó en la orilla de la camilla, levantando mis piernas y colocándolas arriba de las suyas- ten, te traje una cajita feliz -sonreí al verla

-Gracias, veo que sigues recordando mi comida favorita -dije, reímos y abrí la caja

-Nunca los olvidaré... por cierto, hablé con el doctor y me dijo que saldrás esta noche, depende como te sientas -asentí, ya quiero irme de aquí- también dijo que tuviste suerte, si hubieras caído directamente sin tropezar... hubieras abortado -sentí un retortijón

-Me siento bendecida, pero sinceramente, quiero irme a casa -lo observé y tenía cierta sospecha en la mirada- y por cierto... gracias por ser mi donante.

-No es nada. Hablando de irte a casa... hablé con los chicos y estuvieron de acuerdo con que te quedaras en mi casa por unos días... no sé si quieras ir... -¿de tantos chicos escogieron a Jack?

-Uh, está bien, ¿Cameron aceptó? -negó con la cabeza

-Dijo que iría constantemente para ver si todo estaba bien, Mirna te cuidará cuando no esté -me dio una sonrisa y asentí- por cierto, en la bolsa negra hay ropa interior y un conjunto, también un par de zapatos, úsalos cuando puedas irte, también mi chofer te esperará a la salida.

-No era necesario Jack, podía pedirle a alguno de los chicos que fueran por ropa a mi casa... -me interrumpió

-No no no y no, puedo comprar lo que sea Brooke, para mi no es un problema, por favor, consérvalo -pasé saliva y me crucé de brazos inconforme.

•••

-Espero y tenga más cuidado ahora señorita Stevens, que su bebé necesita nacer sin ninguna complicación -asentí terminando de firmar los papeles que me entregó

-¿Ya puedo irme? -le pregunté al doctor cansada y me libró el paso.

Al salir de la habitación todos los chicos me rodearon en un círculo, diciéndome cosas muy lindas.

-Bien, es hora de irnos, te llevaré con Gilinsky, espero y no quieras matarte queriendo alcanzar un cereal -dijo sarcástico Matt y rodé los ojos

-Eso fue un chiste cruel, dinomatt -se encogió de hombros y empujó mi silla de ruedas

-Lo siento lo siento -se disculpó y entramos al elevador, antes de que cerrara la puerta les sonreí a los chicos, que se dirigían a las escaleras.

Al estar abajo divisé la camioneta negra de Jack, al verme en la entrada bajó del auto, abriendo la cajuela y corrió hacia nosotros.

-Dame esto y eso de allí -Matt le dio algunos globos y el cereal, vaya que llevaré muchas cosas a casa...

•••

Escuché la puerta cerrarse detrás mío, enviándome un escalofrío por mi columna vertebral, saber que estaré con Gilinsky me hace sentir completamente extraña.

-Joven Jack, regresó muy temprano... y trajo a esta belleza -se dirigió a mí haciendo que mis mejillas se tornaran rojas

-Se quedará un tiempo con nosotros, espero y tengas los ojos sobre ella, que tenemos que cuidarla para que no vuelva al hospital otra vez -escuchaba atenta y en silencio, me sentía tan... rara.

-Brooke, te llevaré a mi habitación, dormirás ahí -me tendió su mano y la miré por unos segundos, la tomé y casi caigo al sostenerme en mis pies, seguía siendo débil después de todo

-Demonios -maldije en voz baja. En un movimiento lento Jack me cargó en sus brazos, llevé mis manos a sus hombros y mordí mi labio a poca distancia de los suyos.

Tiene unos ojos mieles tan... únicos, su mirada penetrante, sus cejas tienen algo que me enloquece y sus labios, tan besables.

-Aquí, si recuerdas perfectamente, esta es mi habitación, espero y te guste -me sonrió y antes de salir lo llamé

-¿Jack, dónde dormirás? No quiero que por mí... -corrió hacia mi dirección y plantó un beso en mis labios, dejándome callada y sonrojada

-No te preocupes por eso, dormiré en la habitación de huéspedes -besó mi frente- quiero lo mejor para ti, Brooke -susurró en mis labios, dándome impulsos para besarlo, pero se apartó y salió por la puerta.

Suspiré, esta vez se salió con la suya.

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Oli

Brooke Stevens | Book #2 | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora