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☻ diez ☹

Y aquí estoy, en la gran mansión esperando a Jack, para hablar con él.

-Brooke, pensé que te había pasado algo, no respondías mis llamadas y mensajes, me dejaste sólo esa noche y... -lo interrumpí

-Jack, creo que hay un problema, uno muy grande -pasé saliva y carraspeé

-Dime, creo que puedo ayudarte -afirmó

-Esta mentira me está matando Jack, le fui infiel a Dylan contigo, ¿sabes cómo se siente? -bajó la cabeza

-No quise hacer eso, estaba muy ebrio y... bueno, tenía conciencia de lo que hacíamos pero nunca fue con ese propósito -estaba siendo sincero, pero eso no solucionaría lo que sucedió.

-Lo sé, mi mente estaba fuera de mí, me dejé llevar y sólo cometimos un error.

-Para mí no fue un error Brooke, si no fue lo que estaba esperando desde hace mucho tiempo -otro mareo volvió

-Lo sien... to, no quería decir eso... perdón -me sostuve de la silla, escuché los pasos de Jack bajar apresuradamente, al sentirlo me derrumbé en sus brazos

-Ay no, Boo, llamaré a una ambulancia -lo detengo

-Estoy bien, sólo no me sueltes -me aferré a él y sentí como casi me arrastraba hacia el mueble

-¿Has estado así desde hace días? -asentí y en un movimiento cuidadoso me acuesta en él cargándome en sus brazos, como si fuera un bebé

-Muchos vómitos y mareos, he estado tomado una pastilla para... uh, olvídalo, te vas a burlar -negó repetidas veces, acarició mi mejilla haciéndome verlo a sus ojos

-Para qué sirve -pasé saliva, mis mejillas se tornaron rojas, tanto que quizá parezca un tomate

-Para... para poder embarazarme -bajé la mirada, una sonrisa burlona se forma en su rostro y con su dedo índice levanta mi barbilla

-Brooke, ¿sabes si funcionó con Dylan? -negué

-Aún no, dejamos de hacerlo antes de que tu y yo... -asintió y noté un gran brillo en sus ojos

-He escuchado su efectividad, creo que ha funcionado -dijo y fruncí el ceño, no entiendo...

-¿A qué te refieres? -pregunté y ahora sonrió de oreja a oreja, esa sonrisa que contagia felicidad

-Si estoy en lo cierto, me harías el hombre más feliz de todo el mundo -hace una pausa- tenemos que ir con un doctor Brooke, por favor, necesitamos ir -dijo confundiéndome más

•••

-Tenía que traerte a uno que no conocieras, ya que si vamos al de siempre sabrán nuestro pequeño secreto -todo el camino habló cosas en clave, sus ánimos andaban al cien y no paraba de sonreír, temía que le doliera la mandíbula

-Bajemos y acabemos con esto -dije desesperada, bajé del auto con ayuda de Jack y entramos al consultorio causando un ruido al cruzar la puerta, quizá para avisar que llegamos

-Disculpe, con la doctora Hale, soy el Sr. Gilinsky y ella mi esposa Brooklyn -le informa a la recepcionista, golpeo su abdomen y rió en mi oído, haciéndome sonreír cabizbaja

-Pasillo dos, puerta cinco -enlazó mi mano con la suya y fuimos hacia donde nos dijo.

Al encontrarla, sentí un retortijón, cuando abrió la puerta creí que vomitaría por la gran sorpresa de Jack.

Era algo parecido al lugar donde iba con Dylan, una cama reclinable, las pantallas donde veíamos al supuesto bebé y todos esos aparatos raros.

-¡Jack! Qué gusto volver a verte... y vienes con tu bella esposa -me sonrió la señora, su aspecto de afroamericana me daba un toque de confianza, le sonreí de vuelta y los labios de Jack besaron mi cuello, haciéndome estremecer- pequeña, recuéstate aquí, supongo que ya has de saber todo esto -vi a Jack y este me hizo un gesto con su cabeza para que fuera, hice lo que me pidió la doctora y levanté mi camisa blanca

-Cruzaré los dedos, no sabe cuanto he querido esto desde hace años -ahora todo esto está teniendo sentido, ay no, esta mentira no puede ser peor, no...

-Te pondré este gel azul en tu vientre, vas a sentir un poco de frío -asentí.

Después de todo este jodido proceso empezaba lo peor, saber si tengo un bebé dentro o no.

-Al parecer no hay nada... -suspiré, no estaba... -oh, Jack, ¿ves eso? -me alarmé, sólo que decidí cerrar los ojos y esforzarme en pensar por que esto sea una pesadilla

-Veo algo pequeño, como una bolita mutante -ríen, mordí mi labio

-Definitivamente, creo que tiene un par de semanas y media... -terminó su trabajo y guardó el aparato, se lavó las manos en el baño de la esquina y volvió con una gran sonrisa

-¿Entonces? -hablé al fin, Jack y yo esperábamos ansiosos a una respuesta.

Aunque el quisiera un sí y yo un no.

-Bien chicos, no hay duda alguna-nos sonrió- felicidades Brooke, vas a tener un pequeño Gilinsky.

Brooke Stevens | Book #2 | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora