Definitivamente no tengo talento, lo juro [Danganronpa AU]

#7: Hijole, ya nos cargó la chingada

N/A: Pensé que publiqué el capítulo pero había sido que no ;;-;;
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Todo fue un efecto dominó. En tan sólo pocos meses, tras el cierre de Hope's Peak, el odio acumulado de los sin talento contra los ex-Definitivos provocó que éstos últimos llegaran al punto de quiebre, entrando en un mundo de desesperación que Enoshima aprovechó, convenciéndolos que probarían ser mejores que los sin talento si los derrotaban como cucarachas. Y eso hicieron.

Comenzaron atacando a los sin talento, hiriéndolos de gravedad, en algunos casos letalmente, sus mentes veían a los demás como inferiores, objetos desechables, insectos... El odio de los sin talento aumentó, y con ello, llegó más daño, más tortura, más rupturas...

Más muertes.

Al cabo de 7 meses, los ex-Definitivos usaban sus propios talentos como armas para matar y los sin talento contraatacaban de peor forma. Todo escaló y se expandió, cruzando las fronteras de Japón y atravesando cada país de cada continente, y tras cumplirse un año de haberse cerrado la academia Hope's Peak, el mundo ya estaba sumido en guerras sin control, masacres en varios países y desesperación pura.

Junko Enoshima admiraba todo el caos que acontecía en la ciudad donde se encontraba sentada en el borde de un alto edificio, una sonrisa psicópata enorme en su rostro, al lado de ella estaba su hermana que prefería mantenerse alejada del borde — Yo pensaba culpar a Izuru Kamukura de la masacre del Consejo Estudiantil, ¡pero admira esto!— rió — ¡Esto es mejor que mi plan original! ¡JAJAJAJA!—

— Sí...— su hermana juntó sus manos — ¿Y cuál es la siguiente fase?—

— Otro juego de la matanza, ¿qué más?—

— Pero Hope's Peak está cerrado hace un año...—

Junko gruñó — ¡Pero que eres estúpida!— la ex-fashionista se levantó de su lugar y se alejó del borde, dándole un golpe en la cabeza a su hermana — Con más razón tenemos posibilidades de hacer el juego allí, idiota. Sin nadie que esté 'vigilando' el edificio, sin autoridades o similar, ¡podemos usarlo libremente!— soltó una carcajada — ¿Y sabes lo que será genial? Que los propios Definitivos construyan sus muertes.— tronó sus dedos — Muévete tonta, tenemos trabajo que hacer.— la joven corrió entre saltos hacia la escalera dirigida a los pisos inferiores, siendo seguida por su gemela.

---- [Mientras, desde otro edificio]

El albino miraba desde la azotea de un hotel, recientemente vaciado, a la gente atacándose entre sí. Fuego, humo y sangre pintaba el enorme escenario de lo que alguna vez fue una hermosa ciudad.

Desvió su mirada hacia el dige en sus manos, un trébol que contenía la imagen de él y su difunto amigo, aunque sus sentimientos dicen que eran mucho más que amigos. Recuerda el rostro de las tres chicas y los otros dos jóvenes que fueron testigos de la ejecución brutal del castaño, ya habían caído en una tortura psicológica unas semanas antes de aquella muerte, pero ver a su mejor amigo –y hermano– morir de esa forma, los hizo caer en desesperación, y lo último que vio fue como los rostros perdían la esperanza de algún futuro.

'Te llamas Nagito Komaeda, tienes varios talentos aunque tú siempre dices que no los posees.' recordó lo que el castaño le dijo. Sólo pudo disfrutar una semana con el joven antes de que fuera sacado por la fuerza del hospital y llevado a un lugar extraño, el ser que lo 'secuestró' (en términos técnicos) se dice llamar Hajime Hinata, aunque sus instintos le dicen que su nombre actual no es ese. Sabe que ese hombre tiene varios talentos, al igual que él, pero los sentimientos acerca de ciertos temas, aparentemente, son diferentes.