En donde Jungkook lo siente, el lo sabe perfectamente, que Taehyung es su alfa, su destinado, como dice su hyung, su otra mitad.
Pero que Taehyung sea el ser más indiferente y desinteresado de todo el instituto es un trabajo que cualquiera abandonar...
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¿Porque las cosas suceden de cierta manera?
No estaba realmente harto, quizás en parte si, que pasaba por su cabeza, él no estaba haciendo algo mal, en realidad no hablaba enserio.
Jungkook hacia lo mismo siempre ¿a su amigo le parecía tan mal que el tuviese pareja? Seokjin no recuerda alguna ves reclamarle o advertirle a Jungkook sobre tener un alfa – demás estaba decir que el había tenido que ver en la reciente pareja de su amigo - se alegraba mucho por el- pero porque su amigo no podía estar en paz si algún día conseguía pareja también, honestamente estaba un poco molesto. Luego de salir de clases se había dirigido rápidamente en busca de un lugar para comer, la pelea con Jungkook dejándolo mentalmente cansado y con mucha hambre, le había dado muchas vueltas al asunto y llego a la conclusión de que quien tenía que pedir disculpas era Jungkook. Opto por comida rápida, llevaba consigo una bolsa con mucho pollo y papas fritas que mecía quizás a causa del hambre o la situación lo traía medio ido.
Cuando estuvo a una cuadra de su hogar diviso un auto en la acera, suspiro rendido y resignado, siguió su paso a una velocidad menor que antes, ahora también tendría que soportar a sus padres, ¿Qué más podría pasar?, ah sí, le había dado el día libre a su Nana para estar solo en casa, se arrepentía.
Quería ser invisible justo ahora
— Seokjin — aquí vamos, no había terminado de entrar cuando su madre lo intercepto, se encontraba sentada en uno de los sillones en la sala, su mirada escaneándolo, con sus lentes redondos que caían un poco por su nariz no dejando ver el brillo natural que sus ojos transmitían, lo que suponía no estaba de humor, mal para ambos ya que eran alfas y él tampoco estaba de humor, mucho menos para tener una pelea con sus padres a quien no veía hace días — ¿Por qué no encuentro a Minha por la casa?
¿Que acaso no podía llamarla?, suspiro por décima vez en el día y solamente camino en dirección a la cocina, ignorando a su madre que torció el rostro en una mueca que no fue vista por el alfa menor, mas la esperaba en la cocina mientras buscaba platos y cubiertos.
— ¿Qué pasa con tu actitud?, te he hecho una pregunta — su madre se paró frente al mesón de brazos cruzados con su tacón sonando en el suelo, pareciendo impaciente debido a la – para ella- muy mala actitud de su hijo.
— Le pudiste haber llamado, de todos modos le he dicho que se tome el día
— Deja de ser un mal educado, soy tu madre ¿qué pasa contigo? Además, la que contrato a Minha fui yo, tu no puedes decidir si ella tiene libre o no
Estaba siendo un mal educado, quizás sí, ¿su madre tenía la culpa de su mal día? Claro que no, pero no quitaba el hecho de que estaba haciendo más difícil su día con preguntas que ella misma podía responder por sus propios medios.
— Lo siento, le dije que se tomara el día libre porque quiero estar solo, pero ahora que te veo pienso que de nada sirvió.
Su madre lo observo con confusión, sin embargo Seokjin no tenía el tiempo ni la paciencia para hablar de eso con su madre, así que solo pregunto lo primero que se le ocurrió, y fue mera casualidad no ver a su padre, como siempre que venía luego de excusarse por días.
