CÁPITULO 1

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La heroína de la guerra Hermione Granger se encontraba en su casa a dos días de volver a Hogwarts.  Hermione, había conseguido restaurar la memoria a sus padres al finalizar la guerra, la cual se llevó consigo a muchas víctimas.

La chica estaba leyendo en su cuarto cuando notó un ruido en la parte baja de su casa, se levantó apresuradamente y bajó corriendo las escaleras, ya que todavía Hermione sentía un poco de miedo tras lo sucedido en la guerra. Mientras bajaba por las escaleras pudo escuchar la voz de su madre llamándola:

-Hermione! Baja, hay alguien que quiere hablar contigo- Hermione al escuchar eso sintió como se había quitado un peso de encima.

-¿Qué pasa?- La chica al ver quien se encontraba en su salón sintió una gran felicidad -Harry, Ron, Ginny, que alegría volver a veros.

-Nosotros también nos alegramos un montón de verte Hermione- Contestó Harry, que se encontraba abrazado a la pequeña pelirroja.

Hermione se lanzó a abrazar a Ron, con el cual durante la guerra se besaron, pero cuando terminó llegaron al acuerdo de que solo se querían como amigos y que para Ron, Hermione era como una hermana.

-Hermione, hemos venido a darte una noticia muy importante, a Harry y a mi nos han ofrecido trabajo en el ministerio como aurores, por lo que no volveremos a Hogwarts este curso.

Cundo Hermione escuchó la noticia su mundo se vino abajo, para ella era el último año con sus dos mejores amigos en Hogwarts sin ninguna piedra,  torneo, o guerra mágica de por medio, y el hecho de que lo tuviera que pasar ella sola la hacia sentirse triste y perdida.

- Hermione, no te preocupes - dijo Ginny mientras la abrazaba. - No estarás sola, te recuerdo que yo ahora estaré en el mismo curso que tú y que también tendrás a Luna y a Neville. Este va a ser tu mejor año en Hogwarts, te lo aseguro.

-Quitando que esas asquerosas serpientes y exmortifagos volverán como si nada a clase-  Ron era el que más ira y rabia tenía hacia las serpientes. Hermione en ese momento de dio cuenta de que estaría sola frente a Draco Malfoy, el chico que la hizo su vida imposible durante todos estos años en el colegio insultándola por su estatus de sangre.

-Me da igual- comentó Hermione. -Soy una gryffindor y no permitiré que un grupo de serpientes me arruinen mi último año en Hogwarts, además este año seré prefecta y si alguna se atreve a tocarme las narices tendrá por seguro que le impondré un castigo.

-Hermione si alguno te molesta manda a una lechuza a avisarme y yo mismo me haré cargo.- Harry lograba tranquilizar a Hermione.

Tras estar un rato charlando sobre el nuevo curso en el salón de Hermione, llegó la hora en la que los chicos tenían que volver a la madriguera, ya que al día siguiente tanto Ginny como Hermione se tendrían que preparar para comenzar su último año en la que había sido su casa hasta ahora.

DRACO:

Draco estaba en su gran mansión solo en su habitación como de costumbre, era lo único que hacía desde que terminó la guerra.

Cuando terminó la batalla y encerraron a su padre en Azkaban, Draco y su madre quedaron en libertad, ya que ellos habían sido amenazados por Voldemort. Sus amigos Theodore Nott, Pansy Parkinson y Blaise Zabini también habían sido puestos en libertad y vivían todos juntos en la mansión Malfoy.

Tanto Draco como sus amigos habían recibido la carta de Hogwarts, en un principio ninguno quiso volver a ese lugar que para ellos había sido una tortura ese último año, pero Narcissa consiguió convencer a los chicos para que volvieran al colegio:

-Mirad chicos, ya sois mayorcitos y podéis decidir por vosotros mismos pero la guerra ya ha terminado y que mejor manera de empezar de nuevo que aceptando volver a Hogwarts.

-Mira mamá, como tú has dicho ya soy mayorcito para decidir por mi mismo y no quiero pasar un año rodeado de gente que cree que soy un asqueroso mortifago.

-Draco, tú madre tiene razón. - Theodore decidió dar su opinión. -No podemos dejar nuestros estudios, además nadie nos contrataría ahora mismo ya no somos muy populares que se diga.

Pansy corrió hasta Draco para sentarse en su regazo. - Draquito, tu y yo somos los reyes de slytherin, no me puedes dejar sola durante todo un curso, hay muchos chicos interesados en mi.- comentó Pansy en un tono coqueto.

- Pansy. - bufó Draco enfadado y quitando a la chica de encima suya. -Te he dicho mil veces que no me llames así, y por mi como si te follas a todo Hogwarts.

-Draco, piénsalo es nuestro último año y podremos hacer todo lo que nos de la gana después, además este año serás prefecto y nadie se podrá meter contigo sin que tú les quites puntos-. Blaise estaba entusiasmado con volver ese último curso y poder empezar de nuevo.

Draco al escuchar a todos decidió dar una oportunidad a ese viejo colegio y volver ese último año:

-Está bien volveré, pero como me canse o no me sienta cómodo. volveré de inmediato a casa.

Mientras los cuatro chicos celebraban su vuelta a Hogwarts una lechuza llegó a la gran mansión, Narcissa se levantó para poder recoger el mensaje que traía el pájaro.

-Chicos, acaba de llegar la noticia de que este año Potter y Wesley no volverán a Hogwarts porque han sido contratados como aurores en el ministerio.

Draco después de recibir esa noticia no pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa, aunque no estaba completamente feliz, ya que tendría que aguantar a la sangre sucia, amiga de Potter y de Wesley todo el curso.

Sentimientos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora