Sentimientos prohibidos

CAPITULO 3

Era el primer día de clases en Hogwarts y el rubio no tenía nada de ganas de empezar ese curso pasando dos horas con gryffindor en pociones y teniendo que aguantar a la comelibros levantando la mano y respondiendo a todas las preguntas como una rata de biblioteca.

-Draco, tío baja, vamos a llegar tarde el primer día y no quero que el nuevo profesor de pociones me pille manía el primer día.- Blaise se había propuesto ese año sacar mejores notas para poder acceder a un puesto importante en el ministerio y limpiar el apellido Zabini.

-Tranquilo Zabini, vas a tener todo el curso para ser la putita del nuevo profesor.- Dijo Theodore entre risas al imaginarse a su amigo haciéndole los encargos al profesor de pociones.

-Bueno pero ten cuidado con Pansy por ese puesto ella lo tiene casi seguro.- Pansy se abalanzó sobre Theodore haciéndole caer en uno de los sillones de la sala común de Slytherin.

En ese momento Draco bajó por las escaleras para encontrarse con sus amigos, al llegar abajo Pansy se lanzó sobre los brazos de Draco, dejando que Theodore se pudiera levantar del sillón con el pelo revuelto y la camisa salida:

-Hay Draquito, que sola me has tenido esta noche, me quedé esperándote despierta hasta tarde pero no apareciste para darme las buenas noches.- Decía Pansy mientras se colgaba del cuello del rubio buscando sus labios para darle un beso.

-Pansy, te recuerdo que tú y ya no estamos juntos y que cuando vayamos a hacer algo, seré yo él que decida cuando.- Draco se soltó del agarre de la chica, dejándola en medio de la sala común mientras él salía con Theodore y Blaise para dirigirse al gran comedor.

-Draco, no entiendo como le puedes decir que no a Pansy, está buena y además está loquita por ti.

-Mira Nott, Pansy está bien para una noche pero no me interesa para una relación sería.

Blaise sorprendido le preguntó a Draco.-Pero el gran Draco Malfoy, ¿desde cuándo quiere asentar la cabeza con una chica teniendo una relación sería?

-No digo que quiera una relación seria, además en este colegio no hay ninguna que sea lo suficiente buena como para que me guste de verdad.

En ese momento entraron los tres chicos en el gran comedor llamando la atención de algunas personas, unas les miraban con odio y otras solo se fijaban en el rubio, ya que a decir verdad, probablemente Draco era uno de los chicos más guapos de todo Hogwarts.

Draco dirigió una mirada a la mesa de los gryffindor y se sorprendió de no ver a la sangre sucia sentada en la mesa con sus amigos, durante un momento tuvo la esperanza de que hubiera abandonado el colegio.

Por otro lado en la sala común de gryffindor se encontraba una chica morena con el pelo revuelto, ya que nada la estaba saliendo bien.

Hermione, como siempre se despertó pronto para poder asearse y vestirse sin prisas y luego esperar a Ginny y a Neville para bajar a desayunar con ellos.

Cuando se dispuso a vestirse, la castaña no encontraba por ningún lado su falda, en ese momento no sabía que hacer, ya había buscado por todos los lados. Al llevar más de media hora buscando por su habitación y en la sala común, llegó a la conclusión de que se la había dejado en casa.

-Hermione? Qué haces a estas horas así?.- Esa voz la tranquilizó, era Ginny! En ese momento a Hermione se le vino una idea a la cabeza.

-Ginny no encuentro mi falda, y no traje más, ¿me podrías dejar una tuya hasta que mis padres me manden la falda?.- Hermione se puso de rodillas para suplicarle a su amiga, aunque ella sabía que se la acabaría dejando.

-Claro que si que te la dejo, como voy a permitir que mi mejor amiga vaya en bragas por todo Hogwarts y que se tiren sobre ella esas sucias serpientes.

Hermione corrió a abrazar a Ginny casi sin dejarla respirar.- Pero Hermione vamos deprisa a cambiarte porque si no no llegaremos a la clase de pociones.

Hermione se puso la falda de Ginny, aunque tenía que reconocer que la quedaba un poco pequeña, dejando ver gran parte de la perna de la castaña y acentuándola las caderas.

-Guau Hermione te ves increíble con mi falda, yo que tú no le pediría a tus padres que te manden la falda, porque con esta consigues a un Víctor este año seguro.

Las dos chicas comenzaron a reírse mientras iban caminando hacía el gran comedor. Cuando entraron por la gran puerta de madera, sintieron todas las miradas puestas en ellas.

-Ginny, ¿Qué estarán mirando?.- Hermione parecía una niña indefensa caminando entre animales hambrientos que se la iban a comer.

-Hermione a lo mejor es porque durante todos los años en Hogwarts siempre has llevado faldas por debajo de las rodillas, y ahora estás llevando una falda muy por encima de las rodillas.- Hermione al escuchar las palabras de la pelirroja sintió como sus mejillas se volvían de un tono rojizo. Se sentaron lo más rápido que pudieron, aunque eso no hizo que evitara que un grupo de serpientes se fijaran en el nuevo look de Granger.

-Madre mía, ¿Desde cuándo Granger tiene ese cuerpazo?.- Theodore parecía que se había quedado embobado mirando a la castaña. Draco al percatarse de eso le dio un codazo a su amigo.

-Nott, no te olvides de donde viene esa sangre sucia.

-Cuidado Pansy, a lo mejor te quitan el puesto de chica guapa de Hogwarts.- Los tres chicos se empezaron a reír con la broma de Blaise, ya que Pansy se puso roja de la ira y se levantó de la mesa y se fue de el gran comedor.

Draco se quedó mirando un momento a la chica gryffindor cuando terminó de desayunar y se levantó de la mesa.- La verdad es que tiene buenas piernas, con una bolsa en la cabeza, no me importaría pasar una noche con ella en mi cuarto.- Draco se sorprendió al estar pensando en la sangre sucia de esa manera. Sacudió la cabeza para quitarse esa idea de la cabeza y se dirigió a su primera clase de pociones.

Cuando Hermione entró en el aula acompañada por Ginny y por Luna, a la que se encontraron mientras caminaban hacia el aula.

Antes de entrar en el aula las chicas se despidieron de Luna, cuando Hermione entró en el aula,  se fijó que todo seguía igual. Por un lado estaban las serpientes, y por otro lado los gryffindor.

Ginny y Hermione se sentaron en primera fila, cuando la castaña levantó la mirada se fijó en un rubio entrando en el aula:

-Mira Hermione, ya se que Malfoy es un idiota integral, pero hay que reconocer que es uno de los chicos más guapos de Hogwarts.- Hermione no sabía como su amiga podía fijarse en aquel hurón oxigenado.

Hermione observó al chico mientras se sentaba en su sitio, tenía que reconocer que si le quitabas la manera en la que él trataba a ella y que es un Malfoy y un exmortífago, ese rubio estaba bien y era bastante apuesto.

Él nuevo profesor entró en clase y eso hizo que Hermione dejara de pensar en Malfoy. Cuando el profesor entró por la puerta muchos alumnos se quedaron sorprendidos.

-Buenos días alumnos, creo que ya me conocéis, pero me presento de todas formas, mi nombre es Horace Slughorn y les voy a dar clase de pociones este año. Creo que ya todos sabéis mis métodos y todo seguirá igual. Cada trimestre realizaré una cena y un baile con mis mejores alumnos, a si que si quieren entrar en mi club selecto deberán ponerse las pilas.

La clase transcurrió con normalidad, cuando terminó la clase tanto Hermione como Draco sintieron un gran alivio al poder alejarse.

Hermione y Ginny se dirigieron a su clase de historia de la magia, a Hermione le encantaba esa clase, poder descubrir toda la historia desde el principio hasta ahora la parecía fascinante y también la encantaba ser la mejor en la clase, así conseguiría un puesto en el ministerio de magia y quien sabe a lo mejor podría ser la primera ministra hija de muggles en la historia del mundo magico.