Capitulo 12

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Era sábado por la mañana, a la hora de comer llegarían los chicos de la escuela Durmstrang, las chicas de Beauxbatons llegarían dos días después que los chicos.

Hermione ese día tenía pensado estar toda la mañana en la biblioteca estudiando y haciendo tareas para las clases de la semana entrante. La chica bajó al gran comedor a desayunar junto a su amiga Ginny que no paraba de hablar de la llegada de los chicos.

- Tengo muchas ganas de que lleguen los chicos, en el torneo de los tres magos entablé amistad con algunos y me gustaría ver que tal les va...-

-Ginny Harry Potter, ¿te acuerdas de quien era?.

-Hay Hermione claro que me acuerdo pero ambos podemos tener amigos y yo solo estoy muy emocionada de tener amigos.

- Ginny eres única.- Las dos chicas comenzaron a reírse mientras a ellas se acercaba uan pareja que desde que comenzaron a salir no se habían separado.

- Hola chicos que tal estáis, no os hemos visto el pelo desde que Neville se te declaró en el lago.

-Hemos estado hablando y compartiendo gustos para hacer cosas juntos.- Luna estaba muy contenta contándole a las chicas como la iba en su relación con Neville.

-Luna me tengo que ir, tengo que ayudar en el laboratorio de herbología.- El chico le dio un beso en la mejilla, haciendo que Luna se pusiera roja.

-Bueno Luna ahora que Neville se ha ido. ¿ Lo habéis hecho ya?.

-Ginny!.- Hermione adoraba a su amiga pero a veces la chica era muy poco discreta.

-Pues...- A Hermione se la salieron los ojos de las órbitas.- Madre mía Luna cuéntanoslo todo!.

- Bueno Hermione ahora quien es la indiscreta.

-Bueno pues la verdad es que solo lo hemos hecho una vez pero fue increíble. Neville me preparó una cena romántica en el invernadero y después del postre nos besamos y pues una cosa llevó a la otra.

-Que romántico es Neville, ojalá Harry fuera así. La cosa más romántica que hizo por mi fue limpiarme una mancha de salsa con la servilleta.

-Yo no puedo decir nada, a si que no me miréis a mi.- Hermione sabía que no tenía nada con Draco pero no la disgustaría que hiciera algo romántico por ella.

-Bueno después de esta maravillosa charla me voy a preparar para recibir a mis amigos de Durmstrang.- La pelirroja se levantó agitando su pelo y moviendo las caderas de manera exagerada para hacer reír a sus amigas.

-"Esta chica es imposible".- Hermione sabía que su amiga no podía cambiar pero no la importaba, la quería así.

Hermione se levantó a la biblioteca y se sentó en la mesa que se solía sentar habitualmente con Draco, la gustaba la privacidad de esa mesa. Cogió todos los libros que pudo y empezó a escribir en su pergamino muy concentrada sin darse cuenta en que un chico se estaba acercando a ella por detrás.

-Granger estás muy guapa cuando te concentras.- La castaña se giró y se enredó al cuello del chico, este la levantó de la silla para sentarla en la mesa. Los dos empezaron a besarse como si no se hubieran visto en meses. Hermione se atrevía a tocar Draco, ya no la daba tanta vergüenza como la primera vez. La chica comenzó a quitarle el jersey y la corbata para poder sentir mejor al rubio. Draco hizo lo mismo con la castaña, en ese momento él pudo notar las caderas y los pechos de ella, no se imaginaba que debajo de todas esas capas de ropa que llevaba la chica estaría ese maravilloso cuerpo que a él le estaba volviendo loco.

-Creo que deberíamos cambiar de sitio para hacer estas cosas de mayores, al final alguien nos va pillar.

-¿Malfoy que cosas de mayores estás pensando en hacer?. La castaña sabía perfectamente a que cosa se refería el chico pero la gustaba jugar con él.

Sentimientos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora