Shirahoshi x Luffy

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Tengo que Protegerlo

Nos situamos en la isla Gyojin, donde la tripulación de los mugiwara tenía percances por ser acusados de secuestrar sirenas y de que próximamente quemarán la isla.

Los miembros que yacían en el palacio del Rey Neptuno se encontraban acorralados. Pero, nuestro querido capitán se escapó de forma ninja para seguir el olor de comida que lo había embriagado.

Vio como el tipo que llevaba la comida dejaba esta dentro de una habitación. Luffy esperó a que el tipo se fuera y pasando de él llegó al frente de las dos enormes puertas que asimilaban a las puertas de la gran prisión Impel Down.

El joven de sombrero de paja ingresó a la habitación. Gracias a su ridículamente exagerada fuerza logró abrir una de las puertas con suma facilidad.

-Está oscuro. No parece ser el salón del banquete -dijo Luffy tras hechar una vista rápida al lugar y luego fijando su vista en los alimentos que se encontraban ahí-. Pero hay comida deliciosa... Entonces debe ser el almacén -dedujo antes de encogerse de hombros-. No importa, probaré un poco. ¡No aguanto más!

Luffy estiró sus brazos de goma para acercarse a la comida, pero terminó cayendo en un lugar blandito.

-¿Eh? ¿Qué es esto? Se siente muy suave. -Luffy siguió avanzando y chocó contra una... ¿pared? blandita-. ¿Qué es esto? -cayó al suelo y se levantó apoyado de un... ¿muro? de coral-. Parece que hay coral por toda la isla.

El moreno empezaba a tocar las paredes blanditas confundido ya que la poca luz del lugar no le dejaba distinguir bien lo que era aquello. Un sonido distrajo a Luffy. -¿Esa fue la voz de alguien?

Sin darle mucha importancia a ese sonido, el chico escaló a la sima de la pared suave. -¡Este coral parece pudín! -dijo comenzando a saltar.

-¿Hay alguien ahí? -habló está vez una desconocida voz suave y notablemente femenina y la luz de la habitación se prendió de repente.

La pared suavecita empezó a inclinarse y subir haciendo que Luffy caiga por fin viendo que ese extraño coral no era otra cosa más que... ¡una sirena gigante!

-¿Qué haces? -preguntó la sirena cuyo nombre era Shirahoshi, con lágrimas en sus ojos-. ¿Qué estás haciendo encima de mi cuerpo? ¿Quién... Quién es usted?

Luffy se levantó totalmente sorprendido. -¿¡Qué!? Es una muj- Una sirena enorme.

-¿Este quién es? -pensó Shirahoshi-, seguro que vino a hacerme algo... Él se ve malo. Para empezar, ¿qué hacía él sobre mi cuerpo? ¿Quería matarme acaso?

-Tú también viniste para matarme, ¿verdad? -dijo hacia el chico frente a ella-. ¡Pero no tengo miedo! ¡Como la hija de Neptuno no debo tener miedo...! No tengo miedo... -Lágrimas tan grandes como la propia sirena comenzaron a brotar de sus ojos y Luffy desde abajo tuvo que esquivar las enormes gotas que caían. Shirahoshi no aguantó más y se derrumbó a llorar desesperada-. ¡Alguien! ¡Padre! ¡Onii-sama!

-¡Oye oye, yo no te hice nada! -exclamó Luffy ante el llanto de la sirena, harto de eso se tapó ambos oídos con sus manos y molesto gritó-: ¡Maldición, ¿qué sucede contigo?!

◇◇◇◇

Tras unos sucesos en la isla Gyojin, Luffy y su tripulación terminaron salvando el día, como siempre, y ahora se encontraban en una fiesta realizada por los gyojin en nombre a los salvadores que evitaron una tragedia.

Pero, había cierta personita que se encariñó de más con el capitán de aquella inusual tripulación, y esa no era otra que la princesa sirena Shirahoshi. Ella estaba preocupada, pensando que Luffy casi moría por salvarlos. ¿Él siempre se arriesgaba así? ¿Y si...? ¿y si algún día él llegara a morir de verdad? Esas eran cosas que Shirahoshi no se podía sacar de la cabeza.

Imaginación al máximo [One Piece One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora