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- Kaori, me encantas. Te quiero tanto... - Estábamos recostados en el suelo.

- Yo también te quiero, Akaza... - Se acomodó sobre su costado izquierdo quedando frente a mí.

- ¿De verdad me quieres? - Le pregunté mientras acariciaba su cadera.

- Mucho... - Sonrió.

La abracé con todo mi amor y besé su frente. Yo sabía muy bien que amaba a alguien más, pero el haber logrado que me quisiera y ocupar aunque sea un pequeño lugar en su corazón, me hacía sentir feliz.

Nunca me había sentido querido, al menos no siendo un demonio. Desconocía si alguna vez alguien me quiso siendo humano, si alguna vez me enamoré, si tuve familia.

Recordé cuando me burlaba de las personas que se enamoraban, cuando veía sus demostraciones de amor desde la oscuridad y me arqueaba del asco. Ahora era yo el que luchaba por el amor de una mujer y hacia todo lo posible por protegerla y estar a su lado.

¡Qué ironía!

Ella se quedó dormida y con tristeza besé su cabeza. Probablemente no volvería a verla nunca.

Pensé demasiado para irme, buscaba opciones, escapar lejos de ese lugar...

Pero nada serviría. Si Muzan llegara a perder en esa batalla yo desparecería también.

Por primera vez caían lágrimas de mis ojos. Mi preciosa mujer dormía tranquilamente sin sospechar que quizás ya no regresaría por ella.

- Gracias por cada uno de nuestros momentos - Susurré en su oído y besé sus manos.

Salí rápidamente de lo que fue nuestro hogar y me dirigí a la reunión que Muzan organizó previo al ataque.

Nos inyectó más de su sangre, pude sentir una mayor energía y aumentaron mis deseos por asesinar a ese pilar. El maldito gusano que tenía el amor de Kaori.

Después de una semana, Muzan nos dio la orden. Era el momento de atacar.

Me preparé en una de las habitaciones del edificio que la demonio biwa cambiaba a nuestra conveniencia y pude sentir el aura de Tanjiro y de Giyu en un mismo lugar.

¡Que suerte la mía!

- Tanjiro Kamado, Giyu Tomioka... ¡Cuánto tiempo! Tanjiro, me sorprende que sigas vivo, con lo debilucho que eres...

- ¡AKAZA! - El mocoso en seguida despertó su espíritu de pelea.

Y sorprendentemente había mejorado, muchísimo. Esquivó mi ataque dos veces y cortó uno de mis brazos y mi rostro.

"Este chico no es débil, no lo insultes" Me di cuenta de que Kyojuro tenía razón.

Decidí mostrarle mi respeto, peleando de verdad. Y lo noqueé por un momento.

En ese momento el pilar se unió a la pelea mostrándome una postura que no conocía, llamada "calma". Al parecer él la había creado, y me sorprendió como deshizo mi ataque con ella.

- Tú eres el maldito que le rompió el corazón. - Le dije seriamente - Vas a arrepentirte por hacerla llorar... ¡AHORA QUE ES MIA TE HARE PAGAR POR CADA NOCHE QUE LLORO POR TI!

El estúpido no entendía de qué hablaba, creía que Kaori había muerto. Me provocó carcajearme, ¿cómo pudo ser tan estúpido para creer algo así? Le dije que la había convertido en mi mujer y noté cómo eso lo enfureció.

-Kaori está conmigo. Yo la he estado cuidando todo este tiempo. No quiso volver porque tú la lastimaste. Por eso estoy decidido a mandarte al infierno. - Lo golpeé y después de limpiarse la sangre de su cara siguió mostrando su enojo por lo que hablaba de mi cazadora.

- No te atrevas a decir que es tu mujer. ¡Ella no podría nunca estar con un demonio!

Si nos hubiera visto...

- Créeme, si está conmigo es porque la traté mejor que tú. Maldita basura.

Tanjiro volvió a atacarme y con una de mis técnicas me coloque detrás de él rápidamente e intenté acabar con su vida de un sólo golpe pero el imbécil del pilar interfirió cortando mi brazo. Le respondí pateandolo y mandándolo lejos del lugar donde peleábamos.

Mientras mantuve una interesante conversación con Tanjiro, elogié su resistencia, cómo se volvió más fuerte y le dije que afortunadamente Kyojuro tuvo que retirarse, porque siendo humano, nunca hubiera alcanzado su máximo potencial.

Pero él malinterpretó mis palabras y me gritó que no siguiera burlandome de Kyojuro. Le aclaré que de los únicos que me burlaba era de los débiles, porque era la ley de la naturaleza que debían ser eliminados.

Mis palabras lo enfurecían cada vez más e intentó darme un sermón acerca de como los más fuertes debían proteger a los más débiles. No eliminarlos

De pronto lo recordé, recordé parte de mi vida humana. Yo no odiaba a Tanjiro por ser débil, porque incluso cuando noté su fuerza seguía odiandolo. Lo odiaba porque me recordaba mi patético pasado.

"Debes hacerte más fuerte, para proteger a los más débiles"

- Gracias por traer esos recuerdos de vuelta - Golpeé a Tanjiro con la intención de matarlo y Giyu siguió luchando a pesar de que no le quedaban más técnicas.

- Rindete ahora, Giyu. Por fin tengo a quien proteger y después de acabar contigo volveré con ella...

Pude ver cómo al mencionarla su irá y su espíritu de pelea se elevaba.

- Kaori no puede estar contigo porque eres una maldita escoria... Te prohíbo que vuelvas a mencionar su nombre. No eres digno siquiera de mirarla. Respiración de agua. Cuarta postura...

- Tu resistencia es increíble, pilar. Me sorprende que sólo mencionar su nombre te haga elevar tu espíritu de pelea de esa manera, pero ella y yo estamos unidos y en cuanto termine contigo, iré por ella para estar juntos por siempre.

Justo cuando estuve a punto de matar también a Giyu, Tanjiro cortó mi cabeza sin que yo pudiera notar su presencia.

El maldito mocoso había logrado entrar al estado de Anatta. El estado al que yo, no pude llegar en más de cien años como demonio.

Mi furia creció, yo no podía perder ante esos dos y justo cuando me decidí a aniquilarlos, alguien me sujetó.

- Basta, Hakuji. Es suficiente...

- ¿Quién eres? Sueltame...

Y mis recuerdos regresaban. Esa voz, ese tacto, esa mirada... Eran exactamente igual a ella.

AkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora