C A T O R C E

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Maratón 3/3

—Tal vez vino por nosotros—Animo mi hermano

Nuestras miradas seguían en ellos, Emily era abrazada por Ivan mientras reían con Dayker y Emilio

—No, no creo pero mejor vamonos caminando

—¿Que? Pero va a llover— Me extendió su mochila

—No pienso irme en el mismo auto que Ivan y Emily pero tampoco quiero que seamos mal tercio con Emilio y Dayker— Le explique— Mira mejor vamonos caminando y tomamos un bus en la parada

—Esta bien

Comenzamos a caminar a la parada de autobuses que estaba a unas cuadras de nuestras escuelas, Nico se dedicaba a contarme como su maestro había regañado a alguno de sus compañeros por botar papeles masticados a la ventana.

—Y entonces lo puso a limpiar todas las ventanas de los salones de la escuela— Solto una pequeña carcajada

—Para que aprenda su lección lo que hizo es desagradable

—Supongo— Nos sentamos en las bancas

—¿Te dejaron mucha tarea?— Sentí la primera gota caer

—Si algo—Se acurruco a mi lado— Comienza a hacer frío

—Lamento que tengas que pasar por esto— Lo abrace

—Tranquilo igual no creo que falte mucho para que pase el autobus

Nico se había equivocado pues algunos minutos después de que dijera eso había comenzado a llover algo fuerte, Me quite el suéter y lo abrigue.

Agradecia que la parada tuviera un pequeño techo, abrace más a Nico para que no tuviera frío. Vi como cierto auto frenaba enfrente de nosotros

—¿Que hacen aquí? ¡Suban!— Hablo el desde el auto

—¡No, Gracias!

—¡Bogdan! Sube al auto— Negué sujetando la mano de mi hermano para comenzar a caminar

—¡No!

—Traes a un niño pequeño y esta lloviendo ¡Se puede enfermar!— Voltee a ver a mi hermano

Lo tome abriendo la puerta trasera, le abroche el cinturón de seguridad y cerré.

—Llévalo a casa, no te preocupes por mi— Le dije y volví a sentarme en la banca

—Tu hermano es tan dramatico—Le dijo a Nico y salio del auto

—Dije que no iba a subi...— No acabe porque el me cargo como un costal de papas y me llevo hasta el auto—¡No quiero!

Patalee un poco.

—¡Quédate quieto!—Aprisiono mis piernas

Finalmente logro meterme al auto, coloco el seguro y se metió el.

—Vamonos— Me sonrió y empezó a conducir

Vi como encendía la calefacción del auto y realmente se lo agradecia pero no lo iba a admitir.

—¿Quieren escuchar música?

—¡Si!— Dijo Nico emocionado

—¿Y tu?—Coloco su mano en mi rodilla

—Me da igual

El rió un poquito y le dio play a la canción, el camino se baso en ellos cantando las canciones mientras yo las tarareaba.

El chico del cine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora