"En el odio hay Amor" Hiccelsa

Parte 7/Chimuelo.

Narra Elsa.
- ¿Porque tu mamá esta hablando con mi mamá? - Pregunté viendo como mi madre hablaba con Valka como si se conocieran.
- ¿Que porque? Son vecinas cerebrito. - Me regaño Hiccup.
- Ah, lo olvidé. -
- Adios Valka... Nos vemos esta noche. - Le saludó mi madre.
- Si...Adiós. - Le saludó.
¿Esta noche? Mi madre me contó cuando íbamos a casa que iríamos a comer a la casa de Hiccup. Ella y Valka se habían echo grandes vecinas. Me alegró saber que vería a Astrid... Y Hiccup también solo que sabía que tal vez termine con barro hasta la cabeza o nos peliaríamos.
Anna no iba a ir ya que se iba a dormir de Punzi.
Narra Hiccup.
Mamá me contó que invitó a cenar a la vecina. Y como todas la madres me mandó a comprar las cosas que hacían falta.
Fuí hasta la otra cuadra, hasta el kiosco y compré.
Cuando regresé escuché un ruido. Mas bien un... "Miau..." Me volteé y noté una caja abajo de un banco.
Entonces me acerqué y noté que había un gatito. Lo saque de allí, le acaricie, el gato me agradó mucho. Luego de un rato lo solté y lo deje algo triste.
Caminé pero me frené. Me volteé y miré al gatito. No podia dejarlo hay.
- Ven... - Le dije y me agaché. El gato corrió hacia mí y lo llevé a casa.
Narra Elsa.
Mi madre me obligó a ir a comprar el postre. Luego de eso volví y me bañé, me pusé un vestido azul que me llegaba a las rodillas. Con el cabello recojido en una trenza y zapatos.
Narra Hiccup.
- Ni lo sueñes. - Me dijo mi padre muy enojado.
- Por favor papá, solo es un gato. - Dije suplicandole. - Prometo que voy a cuidarlo. -
- No Hiccup. - Me dijo.
- Por favor, por favor, por favor... - Le dije haciendo cara de cachorrito.
- ¡Que no hijo! - Me dijo mientras miraba al gato.
No iba a llevar al gato nuevamente allí, a ese lugar tan oscuro y frio, tenía que convercer a mi padre. Y antes de hacer un plan en el que el gato salvaría nuestra casa de un incendio ideé otra cosa...
- ¡MAMAAAAAAAAA! - Grité.
- ¿Que? - Dijo asomandoce de la cosina mientras preparaba la cena.
- ¡PAPÁ! - Me quejé haciendo puchero y con los brazos cruzados como un niño.
Mi padre miró a mi madre algo asustado e iso una mueca.
- ¡Hiccup vió un gato y la lo trajo! - Dijo mi padre. - ¿Que? - Me miró -¿Mañana vas a ver una rana y la vas a traer? -
Le fulminé con la mirada.
- ¿Que pasa? - Dijo Astrid.
Miró mis pies y apenas vió el gatito corrió hacia él. - Oww... - Dijo mi hermana abrazando al gato.
Sonreí.
- ¡JURO... - Respiré. - QUE SI EL GATO SE VA. - Reapiré nuevamente. - VOY A TRAER UN KOALA A ESTA CASA!. - Dije casí gritando. Alsé al gato y subi hasta arriba.
- ¡Y HABLO ENCERIO! - Les regañe asomandome por la punta de la escalera.
Subí pero me frené. Regresé, volví abajo e ise cara de santito.
-¿Por favor? - Dije sonriendo.
- De acuerdo pero tu lo cuidas. - Dijo mi padre.
- ¡Sí! - Festejamos Astrid y yo.
Narra Elsa.
Caminamos dos pasos hasta la casa de Valka y Astrid abrió. Mi madre se fue con Valka, mi padre con Estoico. Y yo me quedé hablando con Astrid.
No había visto a Hiccup, tal vez no estaba.
Fuimos a sentarnos a la mesa que habían preparado afuera. Entonces pregunté si podía ir al baño.
Allí fuí y al salír caminé, fui a buscar mi celular que había dejado en la chaqueta.
- Hola linda.- Me dijo Hiccup asiendome sobresaltar. Él pasó caminando y yo no dije nada ya que me quedé mirando algo entre sus brazos.
-¿Hiccup? - Le dije y él se voltió.
Entonces vi que era un gato.
- Owwwww... - Dije llendo hacia sus brazos. Hiccup me dio el gato y yo comenzé a acariciarlo.
- Es muy hermoso. No sabía que tenían un gato... - Le dije y lo observé, tenía el cabello medio mojado, tal vez recién se bañaba.
- Lo encontré hoy y me costó un poco pero me dejaron conserbarlo. - Me sonrió y yo le devolví la sonrisa y seguí acariciando al gato.
- ¿Como se llama?
- Chimuelo - Me miró con un rostro mas confundido que él mio. Hay nomás le miré los dientes y entendí el significado del nombre.
Me reí.
- Yo tengo uno, es blanco y se llama Olaf. - Dije.
Hiccup me sonrió.
Entonces se escuchó un grito con el nombre de él.
- ¡Ya voy mamá! - Gritó. -¿Vamos? -
Acentí, coloqué el gato sobre la mesa y fuimos a cenar.
Tener una charla sin peleas fue lindo.