Narra Elsa.
Tenía que hacer algo. Y lo iba a hacer, estaba decidida.
Espera unos segundos hasta saber que Hiccup estaba en la cocina.
Me asomé. Hacía no se que.
- ¿Astrid no volvió? - Preguntó.
Negué.
- No la cubrí, ella me lo dijo al frente de tí.- Me defendí cruzando mis brazos.
- ¿Enserio? ¿Y cuando?- Preguntó en un tono de ironía.
- Estabas dormido, o talvés, te hacías el dormido.- Le regañé.
- Si, claro.- Volvió a contestar con ese estúpido tono.
- ¡Solo salio con su novio! -
- Vete a divertir armando la torre de cartas que tiraste.- Me regañó.
Hice una mueca.
Hiccup no me miraba a la cara. El muy cobarde no se animaba a decir nada de lo que pasó como si lo hubiece llevado al viento.
- Dramático.- Murmuré.
- Niña.- Susurró de un modo que lo escuché.
- Pendejo.- Volvi a murmurar.
- Tonta.- Dijo él.
Este busca guerra. Pensé.
- Idiota.-
- Nenita.-
Omg.
- ¡Tonto! -
- ¡Torpe! - Grito entre dientes de enojo.
- ¡Cobarde! - Dije.
Se pudrio todo. Hiccup me miró molesto.
- ¿Cobarde? - Preguntó.
- ¡Si! ¡Eres un cobarde! ¡No sabes asumir las cosas que haces! - Grité como la reina del mundo.
- ¡Y tú eres una niñita que no sabe lo que siente! - Gritó.
Ah bueno, ¿¡Yo!? Digo, yo no se pero él tampoco.
- ¡Primero me besas y luego te vas como un cobarde! - Grite sin saber lo que decía.
- ¡Tú dijiste lo de ser amigos! ¡¿Que quieres que haga?! - Gritó y se acercó a mi.
Nos miramos fijamente con enojo. Después abrí mejor mis ojos pensando en lo que él dijo.
Le tomé de las mejillas atrallendolo a mi, y segundos después sus labios se unieron a los mios. Hiccup lo tomó de sompresa pero encegida movió sus labios para cambiar la pocisión levantandome de mi mentón para llegar bien a mis labios.
Nos besábamos salvajemente. Hiccup me estaba volviendo loca y lo admito.
- Elsa...- Susurró ahora él, entre besos. Nos quedamos unos segundos así.
Hiccup iba a hablar nuevamente. Pero yo le cubri los labios con mi dedo meñique. Lo miré directamente a los ojos al igual que él.
- Vas a volverme loca, Hiccup.- Le dije.
Noté que sonrió.
- Oye, no es mi culpa.- Murmuró.
- No, no lo es.- Sonreí.
Hiccup levantó mi mentón nuevamente y me regaló un tierno beso.
- No puedo dejarlos solos ni una hora que los encuentro abrazados, o besándoce.-
Mierda.
Hiccup suspiró con frustración rozando mi nariz. Yo sonreí. Max, el cual estaba ahí lanzó una carcajada y podía imaginar la sonrisa de Astrid.
Los miramos. Hasta el momento que yo le fulminé con la mirada a la rubia.
- Genial.- Sonrió Astrid.- Les venimos a decir que nos vamos.-
- Pero dijiste que...- Le interrumpieron a Max.
- ¡Vamos! - Le tomó del brazo y lo llevo hasta afuera.
Me volteé para encontrarme con un Hiccup muy molesto. Alcé una ceja.
- Señorita Arendelle. Eso fue desapropiado. Me gustaría ser solo su amigo.- Se reprochó.
¡Amigo! ¡Al diablo con eso!
Le fulminé con la mirada y Hiccup evitó lo mas que pudo una sonrisa.
- O ser hermano de tu mejor amiga.- Sonrió ya sin poder evitarlo.
Me cruzé de brazos.
- Te la debía.- Se encogió de hombros.
- Tú no seguiste mi regla.- Le recordé.
- Tú no te negaste a mis besos.- Me regañó.
- Pués entonces...-
- Pués entonces...-
- Entonces...- Alcé una ceja.
- ¿Se supone que tengo que romper tu regla de ser amigos? -
- ¡Si! Digo no se...Yo...Pff, lo dices luego de que la rompiste cincuenta veces...Es mas...- Esta vez, Hiccup me tomó de las mejillas y plantó un beso en mis labios.
Le acaricié el cabello.
De un momento a otro comenzamos a ir hacia la habitación de Hiccup. Allí trompezé hacia atras callendo sobre la cama y él sobre mi.
El beso fue sediendo, me dio unos besos en el cuello haciendo que mi piel se erizara y luego volvio a mis labios para darme dos besos mas. Se acomodó a un lado mio abrazandome y yo correspondí al abrazo.
[...]
Posiblemente habíamos dormido dos horas. Porque me desperte al sentir como Hiccup se movia dormido, lo miré, se notaba que estaba un tanto transpirado y tenía el ceño fruncido, estaba teniendo notablemente una pesadilla. Se movía de aca para allá y decía nada mas que incoherencias.
Entre una de ellas que pude desifrar, dijo "Luci" y entonces me di cuenta de que la pesadilla, trataba de su hermana.
Lo tomé de los hombros y lo moví un poco para despertarlo.
Él abrió sus verdes ojos asustado, con la respidación muy agitada.
- Hiccup, tranquilo...- Puse una mano en su mejilla y él por impulso colocó su mano derecha sobre la mia que estaba en su mejilla mientras intentaba controlar su respiración.
- Lo siento...- Murmuró frunciendo la frente.- Suele pasarme.- Suspiró.
Me acomodé en su hombro mirandolo y le acaricié la mejilla.
- Tranquilo, no es nada...- murmuré.
Se generó un silencio por unos segundos.
- ¿Sabes...? Hay veces que sueño que estoy con ella en el vehículo, siento...- Hace una pausa.- Siento como grita y yo me asusto porque no puedo moverme para intentar ayudarla, solo la puedo ver.- Noté que se le cristalizaron los ojos. - Veo como llega una ambulancia y me escucho gritar su nombre a pesar de no haber estado en ese momento, pero aún sin poder moverme.-
Me reincomporé y lo miré, el miró hacia otro lado intentando evitar contacto visual conmigo. Frunció el ceño molesto con sus ojos verdes cristalizados.
- Hiccup.- Lo llamé.
Lentamente se volteó a mirarme.
- No se hubiera podido hacer nada. - Murmuré acostandone nuevamente en su hombros, el me rodeó con su brazos.- Y la peor parte es que lo sé.- Susurró.
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"En el odio hay Amor" Hiccelsa
Любовные романыEs otro año en la escuela...Algunas cosas cambian Elsa, Cariñosa con algunos, no es tímida, no cree en el amor, y un poco rebelde con algunos. Hiccup, rebelde, popular, no cree en el amor, gracioso y es cariñoso con algunos.