Saldría con Tristán, con mi chico mariposa. Sin embargo, Tristán justo cuando iba a atraparme me dejó ir. Porqué en una balanza entre el bien y el mal, él se guiaría hacia el bien aunque él fuera el mal.
—Amo la carne, Andy —Fruncí el ceño y rió—, sé que tú eres vegetariana, pero no puedo evitar amarla.
—Respeto tus asquerosos gustos —Dije burlona.
Tristán entrelazó nuestras manos suavemente. Eso era... diferente... y bastante lindo.
Me gustaba la sensación.
Me gustaba él.
—Déjame guiarte, cariño —Alzó nuestras manos y besó mis dedos—. Aunque tus gustos sean poco atractivos, estoy dispuesto a perdonarte.
Reí y miré hacia abajo.
¡¿Por qué reí?! ¡Soy yo quien debía perdonarlo!
—¿Por qué me perdonarías?
Quería escuchar algo lindo, me estaba gustando sentir cosas lindas, y eso era extraño.
—Porque... —Pensó por un momento— ¿Por qué no?
Esperaba algo más ¿Dulce? No lo sé.
Todo con él me confundía de una manera tan adictiva.
[...]
Luego de caminar durante un tiempo entramos a un muy lindo lugar. Tristán insistía que ya había planeado todo, pero estaba segura que simplemente fue con lo primero que nos topamos.
—Toma asiento mientras pido algo, mariposita ¿Te parece? —Asentí y besó mis dedos antes de soltar mi mano— No tardo.
Me senté en la mesa más oscura y alejada que vi, estaba en la parte trasera del local en la cual solo había una pareja además de nosotros, desde donde estaba podía ver a Tristán esperar ser atendido adentro del local.
Su cabello anaranjado rojizo siempre captaba mi mirada, era tan hermoso.
Seguía admirando a Tristán hasta que un chico al parecer un mesero del lugar se acerco a donde yo estaba.
—Buenas noches ¿Puedo ayudarte en algo? —Me preguntó amablemente.
—No, tranquilo, mi... —No sabía cómo llamarlo— mi amigo ya está pidiendo.
Él miró a la barra, volteó de nuevo hacia mí y rió bajo.
—Tan solo quiero tomar tu pedido, no debes mentirme.
—No te miento, mi amigo —señalé a la barra—, el de cabello anaranjado rojizo está pidiendo algo para nosotros.
—¿Anaranjado rojizo? ¿No se te ocurrió violeta luminoso? —Dijo sarcásticamente— No tengo todo el día y ya quiero irme, no seas inmadura.
Mamá me advirtió de esto; mamá me dijo que yo tomaba las cosas muy a pecho.
Y lo que de verdad debió haber dicho, lo calló.
No sabía que responder, solo quería irme pero también quería decirle que no era inmadura, y a la vez quería aclararlo todo.
—Dame tu pedido —exigió—. O vete ya, no puedes estar aquí sin pedir algo —Me sentía mal, quería gritar—. Podría apostar que eres una niñata que solo quiere esperar ver a un hombre y revolcarlo en su cama.
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Mi perdida salvación (Un mundo de mariposas) CORRIGIENDO
Teen Fiction¿Puedes confiar en alguien realmente? ¿Puedes si quiera confiar en ti mismo? No. Te engañas. Cómo él me engañó, como yo me engañé. Antes solía confiar en alguien, o por lo menos solía confiar en mí. Él sólo me mintió, yo también me mentí. Él me ab...